Un estudio realizado en la UPV / EHU-Universidad del País Vasco ha concluido que los niños neofóbicos tienen un índice de calidad más bajo en cuanto a la dieta mediterránea se refiere.
La neofobia alimentaria es el miedo o la negativa a probar nuevos alimentos. Esta es una característica típica del desarrollo infantil. Sin embargo, puede acabar convirtiéndose en un hábito incluso en la edad adulta. Un estudio realizado en la UPV / EHU entre niños de entre 8 y 8 años.16 ha concluido que los participantes neofóbicos tienen menor índice de calidad en cuanto a la dieta mediterránea y, además, tienen mayor ansiedad y menor autoestima.
La conducta de rechazo de nuevos alimentos es una fase típica del desarrollo infantil, sobre todo en niños de 2 a 3 años y que cede alrededor de los 5 años. Los niños que padecen neofobia dietética también presentan signos de angustia yansiedad y este comportamiento puede incluso convertirse en un hábito en la edad adulta.
En su tesis doctoral la investigadora de la Facultad de Psicología de la UPV / EHU Edurne Maiz realizó un estudio en 831 escolares de entre 8 y 16 años de edad. En el estudio utilizó cuestionarios sobre neofobia infantil -adaptados para la tesis- en los queSe preguntó a los participantes si estaban preparados para comer nuevos alimentos. También se recopilaron varios datos sobre la composición corporal de los participantes, así como sobre su estilo de vida por ejemplo, dieta y ejercicio físico, estilos de alimentación de los padres y diferentes variables auto-estima y ansiedad. De todo ello, explicó la investigadora, “hemos encontrado diferencias estadísticamente significativas en muchas variables”.
La importancia del estilo de los padres
El comportamiento neofóbico puede tener implicaciones dietéticas negativas en la medida en que reduce la variedad de alimentos ingeridos. Los participantes neofóbicos mostraron un índice de calidad más bajo en cuanto a la dieta mediterránea, y esto se debe principalmente al menor consumo de frutas y verduras y al aumentoen alimentos que normalmente se consideran de consumo ocasional.
En general, los padres tienden a controlar qué, cuánto y cuándo comen sus hijos. Muy a menudo, los padres intentan que sus hijos coman nuevos alimentos; la presión que ejercen los padres debido a la frustración que sienten cuando se rechaza la comida puede ser negativaafectan el estado emocional del niño, y lo que es más, se asocia con mayores niveles de neofobia. En la investigación, los niños neofóbicos informaron que sus padres usan el estilo de alimentación parental conocido como estimulación y tenían menos control que los padres de niños neofílicos niñosque comen de todo y les gusta probar nuevos alimentos. “Hemos deducido”, explicó Edurne Maiz, “que los padres básicamente controlan y estimulan mucho, pero llega un momento en que se dan por vencidos porque el sufrimiento de los padres también está presente en todo esto."
En cuanto a la ansiedad, los datos llevan a comprender que tanto en la niñez como en la adolescencia, los neófobos son más ansiosos que los neofílicos. Asimismo, con respecto a la autoestima, los neófobos puntuaron en la infancia menos que los neófilos en las cinco dimensiones estudiadas.dentro del autoconcepto familiar, social, físico, emocional y académico; y, en la adolescencia, sus puntajes en autoconcepto familiar y físico fueron menores.
En cualquier caso, no se encontró diferencia significativa entre ellos en cuanto a la composición corporal. “Esto podría deberse a que existen complementos nutricionales que en un momento dado se pueden tomar como complemento alimenticio”, dijo la investigadora.
El investigador desea “enviar un mensaje a los padres para que tengan paciencia para que los casos de neofobia alimentaria infantil no se desarrollen o empeoren”, ya que “se ha visto que hay un número considerable de adultos y niños quetienen serios problemas por esto ”, explicó. La investigadora dice que para evitar este problema es importante que exista un fuerte vínculo parental con el niño, y también recomienda“ tener un ambiente relajado y agradable a la hora de comer, que elLos niños deben participar en la preparación de la comida y hacer la compra, utilizando refuerzos positivos y, finalmente, siendo un buen modelo ".
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por Universidad del País Vasco . Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
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