Un nuevo conjunto de herramientas de evaluación parece prometedor en la captura de cómo la pandemia COVID-19 afecta los patrones de actividad criminal. Hervé Borrion de University College London, Reino Unido, y sus colegas presentan este conjunto de herramientas en la revista de acceso abierto PLOS ONE el 14 de octubre
Investigaciones anteriores han demostrado cómo los patrones de delincuencia pueden verse afectados por factores estacionales regulares, como los días festivos y las horas de oscuridad. Sin embargo, pocos estudios han investigado cómo el crimen dentro de una comunidad responde a eventos excepcionales que pueden alterar significativamente la vida cotidiana, comodesastres, ataques terroristas, los Juegos Olímpicos o la pandemia de COVID-19. La evidencia preliminar ha relacionado la pandemia con el aumento de las tasas de violencia doméstica y la fuerte disminución de otras formas de delincuencia.
Para comprender mejor cómo las respuestas al brote de COVID 19 afectaron los patrones delictivos, Borrion y sus colegas se basaron en la teoría de la resiliencia, que considera la capacidad de los sistemas para adaptarse y sobrevivir frente a las perturbaciones. Utilizaron la teoría de la resiliencia como base para desarrollar unconjunto de herramientas cuantitativas, incluidos modelos matemáticos, que se pueden utilizar para analizar cómo la pandemia afecta la actividad delictiva dentro y entre ciudades.
Para demostrar estas herramientas, los investigadores las aplicaron a datos de robo comerciales diarios de una ciudad grande y anónima en China que ya ha reanudado sus actividades rutinarias después de sufrir una ola completa de COVID-19, utilizando datos obtenidos a partir de septiembre de 2017 antes debrote hasta el 29 de abril de 2020, cuando la ciudad del estudio ya había salido por completo de las medidas de bloqueo. Descubrieron que las tasas de robo comercial se redujeron en un 64 por ciento durante un período de 83 días, antes de volver a tasas que fueron más altas de lo esperado.
Este estudio de caso muestra cómo las nuevas herramientas se pueden utilizar para examinar los efectos del COVID-19 y otros desastres en la delincuencia. En particular, los autores destacan el valor de los "indicadores de resiliencia" que desarrollaron, que pueden capturar cómo la actividad delictivase recupera después de una perturbación.
Otros investigadores podrían aplicar este conjunto de herramientas para investigar más a fondo el impacto de COVID-19 en la delincuencia en todo el mundo. El conocimiento resultante podría informar los esfuerzos para anticipar mejor y abordar de manera más efectiva las necesidades de seguridad pública ante un desastre.
El Dr. Borrion señala: "Hasta ahora, 'el crimen y los desastres' era un área pequeña en la ciencia del crimen. Con COVID, los investigadores han comenzado a darse cuenta de cuánto hay que aprender de los eventos disruptivos ... Para este trabajo hemosadoptó la perspectiva de los infractores y examinó cómo sus actividades comerciales se han visto interrumpidas por las rigurosidades de COVID ".
Agrega: "China fue el primer país del mundo donde las actividades delictivas que habían sido interrumpidas por las rigurosidades de COVID se han reanudado a la normalidad. Cuanto más entendamos lo que sucedió allí, mejor podremos ayudar a las agencias policiales de todo el mundo".
Fuente de la historia :
Materiales proporcionados por PLOS . Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
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