Un grupo internacional de investigadores que trabaja en una amplia gama de especies, desde elefantes y cuervos, hasta ballenas y chimpancés, argumenta que el conocimiento cultural de los animales debe tenerse en cuenta al planificar los esfuerzos internacionales de conservación.
artículo publicado en la revista ciencia martes 26 de febrero presenta un caso convincente de que la creciente evidencia científica sobre el aprendizaje social en una amplia gama de especies, que puede conducir a culturas animales únicas, es importante tanto para la práctica de conservación como para la política de conservación.
Los conocimientos sobre las culturas animales pueden proporcionar información valiosa sobre 'qué' grupos de animales conservar y sobre 'cómo' mejor conservarlos. Por ejemplo, comprender cómo las orcas abuelas transmiten información valiosa a sus crías o por qué algunos gruposde los chimpancés tienen una cultura de cascar nueces nutritivas con herramientas de piedra, mientras que otros no, puede ser clave para evaluar los desafíos de conservación para dichas especies.
En muchas especies animales, los jóvenes sin experiencia aprenden habilidades clave de supervivencia al observar a los ancianos conocedores en su grupo social. Esto incluye aprender a comunicarse, a buscar alimento de manera eficiente y a dónde migrar cuando las condiciones se vuelven menos hospitalarias. Por ejemplo, elLa transmisión de conocimientos sobre las rutas migratorias de la grulla trompetera y el borrego cimarrón puede proporcionar información fundamental para el éxito de las generaciones futuras. A diferencia de la transmisión genética, el conocimiento social puede transmitirse de generación en generación, por lo que el conocimiento sobre nuevas fuentes de alimentos se puede compartir, proporcionando potencialmenteresiliencia en entornos cambiantes.
Sin embargo, los autores informan que los procesos de aprendizaje social también pueden resultar en la aparición de subgrupos culturales con perfiles de comportamiento distintivos, lo que podría erigir barreras sociales, como se observa, por ejemplo, en los distintivos clanes vocales de los cachalotes en el Pacífico tropical oriental.Esta segregación cultural puede tener importantes implicaciones para la conservación, especialmente cuando diferentes grupos tienen diferentes estrategias de alimentación y varían en su capacidad para hacer frente al cambio ambiental.
Para proteger el 'capital social', algunas poblaciones pueden delimitarse mejor por su comportamiento cultural, en lugar de utilizar el enfoque tradicional de evaluar la diversidad genética o el grado de aislamiento geográfico. Además, para algunas especies, proteger a los individuos que actúan como 'repositorios'del conocimiento social, como las matriarcas elefantes experimentadas, puede ser tan importante como la conservación de un hábitat crítico.
"Más allá de los genes, el conocimiento también es una moneda importante para la vida silvestre. Además de conservar la diversidad genética, debemos trabajar para mantener la diversidad cultural dentro de las poblaciones animales, como un depósito para la resiliencia y la adaptación. Este es un replanteamiento importante de nuestra comprensión deel mundo natural, que requerirá cambios en la ley internacional de vida silvestre ", dijo la autora principal del artículo, Philippa Brakes, de la Universidad de Exeter, Reino Unido.
La Convención sobre la Conservación de Especies Migratorias de Animales Silvestres CMS, ampliamente conocida como la 'Convención de Bonn', que opera bajo el paraguas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA, ha sido pionera en este campo., encabezando esfuerzos para utilizar el conocimiento científico sobre cultivos animales, para mejorar la conservación de especies migratorias.
El ciencia documento resultó de un seminario seminal en Parma, Italia, organizado por la CMS, donde los expertos combinaron décadas de experiencia para diseñar recomendaciones concretas sobre cómo mejorar las estrategias de conservación. Destacaron que es fundamental catalogar la amplia diversidad de comportamientos culturales dentro deel reino animal, y desarrollar métodos para identificar individuos que son los guardianes de importantes conocimientos sociales dentro de sus comunidades y requieren protección especial.
El autor principal del artículo, el profesor Christian Rutz, de la Universidad de St Andrews, Reino Unido, anunció la publicación de las recomendaciones del grupo el martes 26 de febrero, en un taller sobre cultivos animales en Konstanz, Alemania, coorganizado por MaxPlanck Institute for Ornithology Radolfzell y la National Geographic Society.
Rutz señaló: "Este es un avance increíblemente importante. Décadas de investigación sobre cultivos animales ahora se están dando un buen uso a la ciencia de la conservación y la formulación de políticas, y tenemos una idea mucho mejor de las lagunas de conocimiento que aún deben llenarse".
2020 es el último año del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad. Los autores de los artículos enfatizan que este trabajo, en la interfaz entre la ciencia y la formulación de políticas, es oportuno, ya que los gobiernos consideran la mejor manera de conservar la biodiversidad en un entorno en constante cambio.Insisten en que las culturas animales deben figurar en estas discusiones, dado su profundo impacto en las perspectivas de supervivencia de las unidades sociales y poblaciones potencialmente enteras.
"CMS está abriendo nuevos caminos al analizar el tema de la cultura animal, la complejidad social, el aprendizaje social y el papel de individuos y grupos de animales individuales como repositorios de conocimiento social. Este trabajo pionero podría tener repercusiones fundamentales en la forma en que abordamos la conservación", observó el difunto Dr. Bradnee Chambers, ex Secretario Ejecutivo de la CMS. El Dr. Chambers fue un firme defensor de esta iniciativa, pero lamentablemente falleció a principios de este año.
El Dr. Fernando Spina, presidente del Consejo Científico de la CMS señala que "esta nueva frontera de la cultura animal y la complejidad social abre una perspectiva fascinante e innovadora sobre cómo consideramos a los animales; desde componentes individuales de modelos de población hasta individuos que ofrecen contribuciones específicas al restodel grupo social. Al pensar en estrategias para la conservación de los animales migratorios, que es la misión principal de la CMS a nivel global, con animales individuales visitando diferentes países a lo largo de su ciclo anual, la transmisión cultural del conocimiento sobre cómo cumplir sus increíbles viajes migratorios esun nuevo componente que las políticas medioambientales deberían tener plenamente en cuenta. "
Este enfoque novedoso abre oportunidades para formas innovadoras de proteger y comunicarse sobre el mundo natural: comprender que otras especies tienen una rica vida social y que comparten información importante entre sí, proporciona una nueva perspectiva invaluable. Con la creciente degradación del hábitat alrededor delmundo, estos conocimientos pueden ser vitales para la conservación eficiente de los animales.
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por Universidad de Exeter . Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
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