Los fabricantes de automóviles están buscando formas de mejorar la eficiencia de combustible promedio de sus flotas, y los científicos pueden tener una nueva forma de ayudarlos. En un informe en la revista Materiales aplicados e interfaces ACS , un equipo informa el desarrollo de un material que podría convertir el calor del motor que de otro modo se desperdiciaría en energía eléctrica para ayudar a mantener un automóvil en funcionamiento y reducir la necesidad de combustibles. También podría tener aplicaciones en el sector aeroespacial, de fabricación y otros sectores.
En 2012, la administración Obama anunció estándares de eficiencia de combustible que requerirían que los vehículos estadounidenses promedien 54.5 millas por galón para 2025. Mejorar el consumo de combustible podría ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia global de los combustibles fósiles. Un enfoque que los científicos están explorando para ayudarabordar estos problemas implica capturar el calor residual de los motores y otros sistemas de energía y convertirlo en electricidad. Muchos compuestos pueden hacer esto, pero son pesados, costosos, tóxicos o solo funcionan a altas temperaturas. Ian A. Kinloch, Robert Freer y sus colegas buscaron nuevas alternativas.
Los investigadores comenzaron con un material llamado dióxido de titanio estroncio y agregaron una pequeña cantidad de grafeno, un material estable con excelentes propiedades conductoras. El compuesto resultante fue capaz de capturar y convertir el calor en corriente eléctrica de manera eficiente en un amplio rango de temperaturas.
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por Sociedad Americana de Química . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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