Dos nuevos estudios publicados por investigadores del Brigham and Women's Hospital ilustran que no todas las formas de proteína amiloide-beta Aβ, la proteína que se cree que inicia la enfermedad de Alzheimer, juegan un papel igualmente amenazante en el progreso de la enfermedad.Una nueva forma de preparar y extraer la proteína, así como una nueva técnica para buscar candidatos a fármacos prometedores, los investigadores han destacado la importancia de probar y enfocarse en diferentes formas de Aβ. Su trabajo puede ayudar a avanzar en la búsqueda de fármacos más precisos y efectivos paraprevenir o detener el progreso de la enfermedad de Alzheimer.
"Actualmente se están realizando muchos esfuerzos diferentes para encontrar tratamientos para la enfermedad de Alzheimer, y los anticuerpos anti-Aβ son actualmente los más avanzados. Pero la pregunta sigue siendo: ¿cuáles son las formas más importantes de Aβ para apuntar? Nuestro estudio señala algunas respuestas interesantes", dijo Dominic Walsh, PhD, investigador principal en el Centro Ann Romney.
La proteína Aβ puede tomar formas que van desde monómeros, moléculas individuales, hasta enredos retorcidos de placas que pueden contaminar el cerebro y son lo suficientemente grandes como para poder verlos con un microscopio tradicional. Walsh compara monómeros con ladrillos Lego individuales, que puedencomience a unirse para formar estructuras complejas de diferentes tamaños. Los dos estudios publicados recientemente investigan cómo encontrar nuevas terapias potenciales que puedan apuntar a las estructuras con mayor probabilidad de causar daño.
La mayoría de los estudios sobre la enfermedad de Alzheimer usan Aβ sintético para aproximarse a las condiciones en el cerebro de un paciente con Alzheimer. Un pequeño número de investigadores han usado Aβ extraído del cerebro humano, pero el proceso de extracción es crudo. En un estudio publicado en ActaEn neuropatología, en abril, Walsh y sus colegas desarrollaron un protocolo de extracción mucho más suave para preparar muestras de sujetos con enfermedad de Alzheimer. El equipo descubrió que el Aβ era mucho más abundante en los extractos crudos tradicionales, pero que la mayor parte del Aβ extraído era inocuo.se obtuvo mucho menos Aβ con el protocolo más suave, pero en este caso la mayoría de Aβ fue tóxica
En un segundo estudio publicado en Comunicaciones de la naturaleza en julio, Walsh y sus colegas desarrollaron una prueba de detección para tratar de encontrar medicamentos potenciales para atacar las formas tóxicas de Aβ. La nueva técnica utiliza extractos de muestras de cerebro de pacientes con enfermedad de Alzheimer e imágenes de células vivas de células cerebrales derivadas de células madrepara encontrar terapias prometedoras. El equipo informa sobre 1C22, un anticuerpo Aβ que encontraron que podría proteger contra las formas tóxicas de beta-amiloide con más eficacia que las terapias más avanzadas clínicamente en la enfermedad de Alzheimer actualmente en ensayos clínicos.
"Anticipamos que esta técnica de detección primaria será útil en la búsqueda para identificar terapias anti-Aβ más potentes en el futuro", dijo Walsh.
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Materiales proporcionados por Hospital Brigham y de mujeres . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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