Un buen vino tiene un equilibrio ideal de ingredientes. Demasiado o muy poco componente puede significar la diferencia entre un vino con un aroma dulce y afrutado y uno que huele a periódico mojado. Para ayudar a las bodegas a evitar los malos aromas, unel equipo informa en sensores ACS un dispositivo sensible para detectar un compuesto que puede afectar la fragancia de la bebida.
El acetaldehído se encuentra con frecuencia en muchos lugares y alimentos, como frutas, verduras y saliva humana. Cuando está presente en grandes cantidades en el vino, produce un olor desagradable y afecta el proceso de fermentación. Por lo tanto, es importante que los productores de vinocontrole los niveles de acetaldehído, que pueden variar con la temperatura, el pH y las concentraciones de oxígeno. Los métodos actuales incluyen expertos capacitados, largos tiempos de procesamiento y equipos complejos. Kohji Mitsubayashi y sus colegas proponen un detector sensible y versátil que es más selectivo que sus predecesores.
El equipo probó acetaldehído en nueve vinos diferentes, tanto tintos como blancos. El nuevo detector produjo resultados comparables a los obtenidos con los métodos tradicionales, pero fue más simple de operar y produjo resultados en tiempo real. Los investigadores dicen que el dispositivo podría proporcionarbodegas con un método más práctico para monitorear este ingrediente de fabricación o ruptura.
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Materiales proporcionado por Sociedad Americana de Química . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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