Más que una causa de una infección simple, los virus a menudo están involucrados en el desarrollo de enfermedades graves. Tal es el caso del cáncer de hígado, que a menudo se desarrolla en un órgano que ha sido debilitado por el virus de la hepatitis B o C. Investigadores de Inserm, los hospitales públicos de París AP-HP, la Universidad Paris Descartes, la Universidad Paris 13 USPC y la Universidad Paris Diderot acaban de identificar el papel de un nuevo virus, hasta ahora insospechado, en la aparición de un tipo raro de cáncer de hígado.
Este estudio, basado en el seguimiento y la observación de 193 pacientes, se publica en la edición del 24 de agosto de Genética de la naturaleza .
Con más de 8,000 personas nuevas diagnosticadas anualmente, el cáncer de hígado afecta principalmente a los hombres y es una causa importante de muerte en todo el mundo. Entre los diferentes tipos de cáncer de hígado, el carcinoma hepatocelular generalmente ocurre en un hígado que ya ha sido dañado por una enfermedad. El hígadopuede, por ejemplo, haberse debilitado por el consumo excesivo de alcohol, la obesidad o la infección viral crónica por virus de la hepatitis B o C, lo que causa lesiones hepáticas irreversibles que conducen a la cirrosis.
Los pacientes con cirrosis generalmente se someten a pruebas periódicas para detectar el cáncer. Sin embargo, en el 5% de los casos, el cáncer de hígado ocurre en pacientes que no habían informado de cirrosis, y la razón para desarrollar el cáncer aún no se ha identificado.
Jessica Zucman-Rossi y su personal en la Unidad Inserm 1162, "Genómica funcional de tumores sólidos", se enfocaron en estos pacientes para determinar los factores de riesgo que habían contribuido al desarrollo de su cáncer.
En el genoma de las células tumorales de 11 pacientes, los científicos observaron la inserción de un segmento de ADN viral del virus adenoasociado tipo 2, conocido como AAV2. Este virus se ha considerado no patógeno para los humanos hasta ahora.Para confirmar la participación del virus en el cáncer, el equipo de investigación comparó los tejidos tumorales con los tejidos normales y confirmó su hipótesis: la integración del ADN viral se encontró con mayor frecuencia en las células tumorales que en las células sanas en estos 11 pacientes. Además, 8 de estoslos pacientes no tenían cirrosis, y 6 de ellos no presentaron factores de riesgo conocidos para el cáncer de hígado.
Al estudiar estas células malignas con mayor detalle, descubrieron que el virus, al insertar su ADN en el genoma de las células del paciente, se dirige a genes que son importantes en la proliferación celular. Jessica Zucman-Rossi y sus colegas han demostrado que AAV2 conducea la expresión excesiva de estos genes que, según los investigadores, pueden favorecer el desarrollo de tumores.
En este trabajo, los investigadores han identificado la participación del virus AAV2, previamente considerado inofensivo, en la aparición de carcinoma hepatocelular, particularmente en los casos raros de cáncer que se desarrollan en ausencia de cirrosis y sin una causa identificada.
Estos resultados también requieren precaución: "El AAV2 a menudo se usa como un vector en la terapia génica. Aunque la inserción de su ADN en los genes que promueven el tumor es rara, y probablemente un evento fortuito, se deben tomar precauciones con respecto al uso de este virus", explican los autores.
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Materiales proporcionado por INSERM . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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