Los científicos han pensado que el principal determinante de la longevidad máxima en los animales de sangre caliente, que varía de 2 a 211 años, es la tasa metabólica de una especie, que está inversamente relacionada con el tamaño del cuerpo.Se deduce que a los 2 años de vida, los animales pequeños con altas tasas metabólicas ya son viejos, pero los animales grandes con bajas tasas metabólicas aún son jóvenes.
Nueva investigación publicada en The Revista de Neurología Comparada finaliza esta teoría y encuentra que las diferencias en la longevidad máxima entre las especies de aves y mamíferos se explican mejor por las variaciones en el número de neuronas en la corteza cerebral que por el tamaño corporal y la tasa metabólica.
Específicamente, parece que cuantas más neuronas corticales tiene una especie, más tiempo tarda en madurar y más tiempo vive después. Esto puede estar relacionado con la importancia de la corteza no solo para las capacidades cognitivas, sino también para la adaptabilidad fisiológicafunciones relacionadas con la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y el metabolismo.
"Estos nuevos hallazgos implican que los cerebros de todos acumulan daños a un ritmo similar, y cuanto más tiempo el cerebro tenga suficientes neuronas que sean lo suficientemente saludables como para mantener el cuerpo funcionando como un todo bien integrado, más tiempo se vive", dijo el autorDra. Suzana Herculano-Houzel, de la Universidad de Vanderbilt, "Esto pone al cerebro directamente en el centro de nuevas iniciativas para promover el envejecimiento y el bienestar durante toda la vida".
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