Una nueva investigación ha revelado cómo tres importantes sustancias químicas de señalización cerebral afectan la forma en que manejamos la incertidumbre. Resulta que la noradrenalina regula nuestras estimaciones de cuán inestable es el entorno, la acetilcolina nos ayuda a adaptarnos a los entornos cambiantes, y la dopamina nos empuja a actuar.nuestras creencias sobre la incertidumbre. La investigación, publicada el 15 de noviembre en la revista de acceso abierto PLOS Biología , fue dirigido por Louise Marshall y el Dr. Sven Bestmann en el Instituto de Neurología de la UCL University College London.
El estudio incluyó a 128 participantes sanos que participaron en una tarea de tiempo de reacción diseñada para evaluar cómo manejaron la incertidumbre. A todos los participantes se les dio un placebo o un medicamento para bloquear la noradrenalina, la acetilcolina o la dopamina antes de comenzar la tarea. Los participantes respondieron asímbolos que se presentaron uno tras otro presionando el botón correspondiente. La probabilidad de que apareciera cada símbolo dependía del símbolo que apareció anteriormente; por ejemplo, si un participante acababa de ver el símbolo A, había un 85% de posibilidades de que el símbolo Baparecería a continuación. Cada 50 ensayos, estos patrones de probabilidad cambiaron sin previo aviso, por lo que los participantes tuvieron que detectar estos nuevos patrones y ajustar sus respuestas en consecuencia.
La autora principal Louise Marshall dijo: "Interactuar con nuestro entorno dinámico y en constante cambio requiere que actualicemos con frecuencia nuestras creencias sobre el mundo. Al aprender las relaciones que vinculan los eventos que ocurren en nuestro entorno, podemos predecir eventos futuros y ejecutarlos rápidamente, respuestas precisas. Sin embargo, la dinámica compleja del entorno genera incertidumbre sobre las relaciones entre los eventos e incertidumbre sobre la estabilidad de estas relaciones a lo largo del tiempo. Se han propuesto varios químicos cerebrales para modular cómo manejamos la incertidumbre. Aquí combinamos intervenciones farmacológicas yNuevos modelos computacionales para determinar cómo la noradrenalina, la acetilcolina y la dopamina permiten que nuestros cerebros aprendan las relaciones cambiantes en nuestro entorno. Los resultados arrojan luz importante sobre cómo los humanos aprenden a comportarse bajo incertidumbre ".
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Materiales proporcionados por PLOS . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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