Un estudio de la Universidad Miguel Hernández UMH en Elche muestra que los pacientes definidos automáticamente como "adherentes" por el hecho de que recogen sus recetas mensuales no son necesariamente mejores que sus pares "no adherentes" a la hora de tomar sus medicamentos.También encontró que reemplazar la medicación de un paciente por una que se vea diferente puede tener un impacto perjudicial en la adherencia.
El estudio fue realizado por Elsa López Pintor y Blanca Lumbreras Lacarra, investigadoras y profesoras de farmacia de la UMH. Los sujetos incluyeron 602 pacientes, hombres y mujeres, con una edad promedio de 68,8 años, que estaban en tratamiento por hipertensión y recogieron sus recetas de40 farmacias repartidas por la provincia de Alicante.
En el caso de enfermedades crónicas como la hipertensión, el incumplimiento de los planes de tratamiento por parte de los pacientes es una de las principales causas de fracaso del tratamiento. Es una preocupación importante, que genera enormes costos para el servicio de salud y para la sociedad en su conjunto. Sin embargo,La medición de la adherencia es compleja e imperfecta. La mayoría de los estudios publicados hasta la fecha, por ejemplo, definen automáticamente a los pacientes que recogen sus medicamentos en la farmacia como adherentes. Este estudio cuestiona esta práctica, además de estudiar otros factores involucrados en la adherencia.
El hallazgo principal, entonces, fue que la falta de adherencia, incluso entre los pacientes que tomaban su medicación regularmente, fue tan alta como 32%, según las pruebas físicas y los cuestionarios en la farmacia. Un 15% total presentó presiones sanguíneas muy por encima de los límites saludables, incluso después de meses de recolectar sus recetas.
Como era de esperar, la adherencia fue más fuerte cuando la toma de la medicación no interfirió con las actividades diarias del paciente, ya sea en términos de efectos secundarios o dosis y tiempo. Los pacientes que tomaron cinco o más medicamentos diferentes y los pacientes ambulatorios a largo plazo fueron mejoresen seguir sus tratamientos prescritos.
Juzgando la medicina por su apariencia
Curiosamente, el estudio muestra que es más probable que los pacientes dejen de tomar su medicación si se realizan cambios en la apariencia del envase o del medicamento, y la adherencia disminuye de manera más significativa cuando se realizan cambios en el tamaño, la forma o el color delLa píldora en sí misma. Sabemos esto porque los pacientes a los que se les administró el nuevo medicamento presentaron hipertensión y presión arterial sistólica más altas que cualquiera de sus pares cuya medicación no se modificó o simplemente se envolvió en un empaque diferente.
Estos hallazgos exigen que los farmacéuticos desempeñen un papel más importante en la atención al paciente, lo que subraya la importancia de involucrar al paciente en la conversación, algo que no siempre sucede en el punto de entrega. Esto es particularmente importante en caso de que se realicen cambiosa la apariencia de su medicación, donde el paciente necesita estar seguro de que el cambio visual no refleja necesariamente un cambio real en lo que está tomando y donde lo hace, puede esperar resultados similares.
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Materiales proporcionado por Asociación RUVID . Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
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