La memoria declarativa, recuerdos que pueden recordarse conscientemente, es crítica para la vida cotidiana. A lo largo de la infancia y la adolescencia, la memoria declarativa mejora notablemente. Sin embargo, hasta hace poco, había una brecha crítica en nuestra comprensión de cómo la maduración de la prefrontalla corteza impulsa el desarrollo de la memoria.
Un equipo de investigadores dirigido por Noa Ofen, Ph.D., profesora asociada de psicología en la Facultad de Ciencias y Ciencias Liberales de la Universidad Estatal de Wayne y el Instituto de Gerontología, y Lisa Johnson, Ph.D., científica de investigación posdoctoral en HelenEl Instituto de Neurociencias Wills, de la Universidad de California-Berkeley, está abordando esta brecha crítica mediante el uso de datos electrocorticográficos ECoG registrados directamente desde la corteza prefrontal en una cohorte de 17 niños y adolescentes. Estas grabaciones de ECoG se obtuvieron de pacientes con implantes quirúrgicos subduraleselectrodos utilizados para el manejo clínico de las convulsiones.
"En nuestro estudio, utilizamos una tarea establecida empleada en numerosos estudios destinados a investigar el desarrollo de la memoria en este grupo de edad", dijo Ofen. "Le proporcionó a nuestro equipo una visión rara que antes no se podía obtener".
El equipo siguió un enfoque imparcial de dos niveles para el análisis de datos de ECoG mediante el cual los datos se analizaron primero por ensayo a nivel individual utilizando estadísticas no paramétricas y luego se modelaron a nivel de grupo.
"La alta precisión espacio-temporal de estas grabaciones nos permitió proporcionar una demostración única de cómo la corteza prefrontal en desarrollo impulsa la formación de recuerdos de eventos en nuestras propias vidas", dijo Johnson. "Nuestra investigación muestra que la actividad anterior predice una mayor precisión de la memoria, y las desviaciones inferiores al segundo en el flujo de actividad entre subregiones frontales predicen la formación de memoria ".
Este estudio es el primero en demostrar que la propagación espacio-temporal de la actividad frontal apoya la formación de memoria en niños de hasta 6 años de edad, y muestra cómo las subregiones frontales adyacentes siguen trayectorias de desarrollo disociables.
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Materiales proporcionado por Wayne State University - Oficina del Vicepresidente de Investigación . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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