Si los ratones pierden su visión inmediatamente después del nacimiento debido a un defecto genético, esto tiene un impacto considerable, tanto en la organización de la corteza cerebral como en la capacidad de la memoria. Esta es la conclusión que sacaron los investigadores de la Ruhr-Universität Bochum en un estudiopublicado en línea en la revista corteza cerebral el 7 de diciembre de 2018. Demostraron que, en los meses posteriores a la aparición de la ceguera, la densidad de los receptores de neurotransmisores que regulan el equilibrio de excitación y se requieren para la codificación de la memoria se alteró en todas las áreas de la corteza que procesan la información sensorial. Además, el hipocampo, una región del cerebro que desempeña un papel crucial en los procesos de memoria, se vio profundamente afectada.
Mirko Feldmann, Daniela Beckmann, el profesor Ulf Eysel y la profesora Denise Manahan-Vaughan del Departamento de Neurofisiología realizaron el estudio.
Otros sentidos se agudizan después de la pérdida de visión
Después de la pérdida de la visión, otros sentidos se vuelven gradualmente más sensibles: la agudeza táctil y auditiva y el sentido del olfato mejoran, lo que permite que una persona ciega use estos sentidos para navegar con precisión por el entorno, a pesar de la falta de información visual. Peroeste proceso lleva tiempo y práctica. Los cambios asociados en el cerebro se ven facilitados por la plasticidad sináptica, un proceso que permite la adaptación, el aprendizaje y la memoria dependientes de la experiencia. Una pista sobre si la adaptación reorganizacional se está produciendo en el cerebro se obtiene analizando eldensidad y distribución de neurotransmisores que son cruciales para la plasticidad sináptica.
La adaptación requiere un gran esfuerzo del cerebro
Los investigadores de Bochum estudiaron lo que sucede en el cerebro después de la pérdida de visión en ratones. Examinaron la densidad de los receptores de neurotransmisores después de la aparición de la ceguera y compararon los resultados con los cerebros de ratones sanos. Además, probaron qué tan bienratones ciegos realizaron pruebas de reconocimiento espacial para examinar la memoria de los animales.
Antes de que se desarrollaran cambios en las cortezas sensoriales, los investigadores observaron que la pérdida de visión fue seguida por cambios en la densidad de los receptores de neurotransmisores y alteraciones de la plasticidad sináptica en el hipocampo. En los meses siguientes, la plasticidad del hipocampo se volvió más deteriorada y espacialla memoria se vio afectada. Durante este tiempo, la densidad de los receptores de neurotransmisores también cambió en la corteza visual, así como en otras áreas corticales que procesan otra información sensorial.
"Después de que ocurre la ceguera, el cerebro trata de compensar la pérdida aumentando su sensibilidad a las señales visuales faltantes", explica Denise Manahan-Vaughan, quien dirigió el estudio. Cuando esto no funciona, las otras modalidades sensoriales comienzan a funcionar.adaptar y aumentar sus agudezas ". Nuestro estudio muestra que este proceso de reorganización está respaldado por grandes cambios en la expresión y función de los receptores neurotransmisores clave en el cerebro. Esta es una tarea importante, durante la cual la capacidad del hipocampo para almacenar experiencias espacialesestá obstaculizado ", dice Manahan-Vaughan.
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Materiales proporcionado por Ruhr-Universidad Bochum . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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