Un primer estudio de este tipo ha encontrado que la diversidad genética del virus de inmunodeficiencia humana tipo 1 VIH-1 es mayor en el tracto vaginal que en el torrente sanguíneo durante la infección temprana. Este hallazgo, publicado en PLOS Patógenos , apoya la existencia de un cuello de botella genético entre el tracto vaginal y el torrente sanguíneo.
Cuando el VIH-1 se transmite de un hombre a una mujer a través del coito, debe penetrar e infectar varias capas vaginales antes de llegar a la sangre. Investigaciones anteriores han demostrado que, dentro de una paciente, la infección sistémica generalmente se establece por una sola variante genéticadel VIH-1 en la sangre. Sin embargo, los científicos plantean la hipótesis de que el tracto vaginal inicialmente puede albergar una población de VIH-1 genéticamente diversa que luego se filtra a una sola variante a lo largo del camino hacia el torrente sanguíneo.
Para comprender mejor este potencial cuello de botella genético, Katja Klein, de la Universidad de Western Ontario, Canadá, y sus colegas realizaron el primer estudio para comparar la diversidad genética del VIH-1 entre el tracto vaginal y la sangre en personas recién infectadas. Recolectaron y aplicaronsecuenciación profunda de próxima generación a virus VIH-1 aislados del tracto vaginal y plasma sanguíneo de 75 mujeres ugandesas y zimbabuenses dentro de los siete meses posteriores a la infección.
Este análisis reveló que el tracto vaginal de cada paciente generalmente albergaba un rango diverso de variantes genéticas de VIH-1 una media de 5.7, mientras que la sangre tenía una diversidad genética mucho menor una media de 1.7 variantes. Estos resultados se mantuvieron verdaderos independientemente deel subtipo de VIH-1 de un paciente, el uso de anticonceptivos hormonales o el número de actos sexuales o parejas.
Todas las muestras en el estudio fueron recolectadas al menos un mes después de la infección inicial, y los autores reconocen la posibilidad de que haya surgido diversidad genética en el tracto vaginal después de la infección. Sin embargo, señalan que esto es poco probable, dado quela diversificación no se vio en el torrente sanguíneo.
Estos hallazgos presentan nueva evidencia en apoyo de la idea de que un cuello de botella genético elimina muchas variantes genéticas del VIH-1 entre el tracto vaginal y la sangre durante la infección temprana. Esto podría mejorar la comprensión del proceso de transmisión, informando así los esfuerzos para desarrollarvacunas y otras terapias para prevenir la infección por VIH-1.
"Como se observó con muchos patógenos infecciosos y enfermedades, nuestras capas mucosas han evolucionado para producir moléculas protectoras, acomodar microbios buenos y mantener los malos fuera de nuestro torrente sanguíneo", explican los autores. "Obtención de muestras del tracto genital femenino enlos casos de nueva infección por VIH siempre serán difíciles, pero estos estudios podrían ser cruciales para comprender el diseño y la eficacia de las vacunas contra el VIH y otras estrategias de prevención ".
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Materiales proporcionados por PLOS . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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