Investigadores de la Universidad de Lund en Suecia descubrieron pigmentos bien conservados y otras biomoléculas en una tortuga marina de 54 millones de años. Los análisis moleculares muestran que el caparazón de la tortuga contenía pigmentos para protegerla de los dañinos rayos UV del sol.
Los investigadores investigaron el contenido microscópico y molecular de los tejidos blandos recuperados de un fósil de aproximadamente 54 millones de años. Los tejidos blandos derivan de una de las tortugas marinas bebé mejor conservadas del mundo, del norte de Jutlandia en Dinamarca. Los tejidos blandos fosilizadosconsisten tanto en la parte pigmentada de la cáscara como en la piel / tejidos dérmicos subyacentes.
"Nuestros resultados muestran que una serie de biomoléculas, que se pueden vincular directamente con el animal en sí, se conservan de forma identificable", dice Johan Lindgren, investigador de la Universidad de Lund.
Johan Lindgren, junto con colegas en el extranjero, así como en su propio departamento y en el Laboratorio MAX IV en Lund, estudió el inventario biomolecular de la tortuga fósil. Los investigadores identificaron residuos de varias moléculas diferentes, incluyendo beta-queratina, eumelanina, hemoglobina y tropomiosina. La eumelanina es un pigmento que proporciona un color de piel oscuro también en humanos.
Los resultados del estudio indican que las tortugas bebés tenían los mismos patrones de color hace 54 millones de años que en la actualidad; es decir, una espalda oscura con bordes claros / pálidos. Esta coloración es una adaptación que brinda protección contra la dañina radiación UV deel sol, pero también usan la piel oscura para aumentar el calor de su cuerpo y así crecer más rápido. Este fenómeno se llama melanismo adaptativo y conlleva la capacidad del animal de utilizar el color para fines de supervivencia.
El descubrimiento de varias biomoléculas podría, eventualmente, permitir a los investigadores estudiar la evolución de la vida a nivel molecular a través del tiempo geológico.
"Hemos identificado previamente eumelanina en la piel fosilizada, pero el hecho de que la materia orgánica de esta tortuga bebé contenía una gama tan amplia de restos biomoleculares identificables fue una gran sorpresa", dice Johan Lindgren.
Además, los resultados del estudio requieren una revisión de lo que realmente son los fósiles y en qué consisten. "Los fósiles no son solo petrificaciones, sino que a veces pueden consistir en partes del material biológico original", dice Johan Lindgren.
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Materiales proporcionado por Universidad de Lund . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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