Una estrategia común para crear plantas de alto rendimiento es la reproducción híbrida: cruzar dos líneas endogámicas diferentes para obtener características superiores a cada progenitor. Sin embargo, obtener las líneas endogámicas en primer lugar puede ser una molestia. Las líneas endogámicas consisten en genéticamente uniformesindividuos y se crean a través de numerosas generaciones de autocruzamiento. En el maíz, el uso de los llamados "inductores haploides" proporciona un atajo a este engorroso procedimiento, lo que permite producir líneas endogámicas en solo una generación.
Un estudio de Laurine Gilles y colegas, publicado hoy en El diario EMBO , arroja luz sobre la genética detrás de la inducción haploide. "Conocer la identidad molecular de la inducción haploide representa un avance importante para comprender completamente el proceso de fertilización en las plantas, y con suerte permitirá traducir esta herramienta de reproducción a otras especies", dijo el estudio del estudioautor principal Dr. Thomas Widiez, investigador del INRA Institut National de la Recherche Agronomique en la École Normale Supérieure en Lyon, Francia.
Los inductores haploides se descubrieron por primera vez en la década de 1950. La polinización de la flor femenina con el polen de una cepa inductora haploide producirá descendencia que sea haploide, lo que significa que solo contendrán una sola copia de cada gen en lugar de las dos copias habituales.su material genético proviene de la madre. El tratamiento de estas plantas haploides con un químico que causa la duplicación cromosómica dará lugar a plantas con dos copias idénticas de todos los genes en solo una generación. Con la endogamia clásica, esta condición tarda de siete a diez años en alcanzarse.
La descendencia haploide en el maíz no es inusual; emergen naturalmente, aunque a una tasa muy baja. Los inductores haploides pueden elevar esta tasa hasta aproximadamente el 10% de la progenie haploide, lo suficiente como para que sea una herramienta útil para los criadores. MásMás de 50 años después del descubrimiento de inductores haploides, Widiez y su equipo, en colaboración con Limagrain, han identificado el gen que causa principalmente el fenómeno y lo denominan No como papá para resaltar el hecho de que su disfunción induce embriones sin contribución genética delpadre. El producto del gen es necesario para una fecundación exitosa para que su fracaso promueva la formación de embriones haploides. Otros dos grupos de investigación han identificado en paralelo el mismo gen y han llegado a conclusiones similares.
Los inductores haploides son hoy en día potentes herramientas de mejoramiento, pero hasta ahora la tecnología está restringida al maíz, mientras que la inducción haploide in vitro en ciertos cultivos requiere mucho trabajo. Comprender los genes y el mecanismo molecular detrás del proceso ayudará a traducir esta tecnología a otrosLa identificación de Not Like Dad es un paso importante para este fin. Aunque Not Like Dad es el contribuyente más importante a la inducción haploide en las líneas inductoras, existen al menos otros siete genes que juegan un papel en el aumento de la tasa de descendencia haploide.Revelar su identidad molecular, así como comprender su modo de acción, será importante para comprender completamente el proceso.
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por EMBO . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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