La vista, el tacto y el oído son nuestras ventanas al mundo: estos canales sensoriales envían un flujo constante de información al cerebro, que actúa para clasificar e integrar estas señales, permitiéndonos percibir el mundo e interactuar con nuestro entorno. Pero¿Cómo surgen estas vías sensoriales durante el desarrollo? ¿Comparten una estructura común o, por el contrario, emergen independientemente, cada una con sus características específicas? Al identificar las firmas de expresión génica comunes a la vista, el tacto y el oído, los neurocientíficos de la Universidadde Ginebra UNIGE, Suiza, descubrió una "lingua franca" sensorial que facilita la interpretación del cerebro y la integración de la información sensorial. Estos resultados, que se publicarán en Naturaleza , allanar el camino hacia una mejor comprensión de los trastornos de percepción y comunicación.
La capacidad de detectar y clasificar varios tipos de estímulos es esencial para interactuar con objetos y personas circundantes, y para comunicarse correctamente. De hecho, los déficits de interacción social en personas que viven con autismo parecen ser en parte debido a dificultades para detectar e interpretar señales sensoriales.Pero, ¿cómo interpreta e integra el cerebro los estímulos enviados por nuestros cinco sentidos? Es esta misma pregunta que Denis Jabaudon, profesor de la Facultad de Medicina de UNIGE y su equipo ha abordado. "Estudiamos la estructura genética de las vías táctiles, visuales y auditivasen ratones ", explica Laura Frangeul, la primera autora del estudio." Al observar la expresión del gen neuronal en estas vías distintas durante el desarrollo, detectamos patrones comunes, como si un lenguaje genético subyacente los estuviera uniendo ".
Un lenguaje común con modulaciones personalizadas
Los resultados de los neurocientíficos de Ginebra revelan que durante el desarrollo, las diversas vías sensoriales inicialmente comparten una estructura de expresión génica común, que luego se adapta a la actividad del órgano unido a cada sentido. 'Este proceso solo lleva unos días en ratones, peropodría llevar varios meses en seres humanos, cuyo desarrollo es mucho más largo y muy sensible al medio ambiente ", subraya Denis Jabaudon.
Esta 'lingua franca' genética, por lo tanto, permite construir las diversas vías sensoriales de acuerdo con una arquitectura similar, independientemente de sus funciones muy diferentes. Es este lenguaje compartido el que le permite al cerebro interpretar con precisión los estímulos provenientes de diferentes fuentes y componeruna representación coherente de su significado combinado.
Interacciones constantes y necesarias
Compartir el mismo plan de construcción también explica cómo varias vías pueden equilibrarse mutuamente, por ejemplo, cuando el tacto o la audición se desarrollan demasiado en personas nacidas ciegas. Este descubrimiento también explica por qué pueden ocurrir interferencias sensoriales, incluidas sinestesias y alucinaciones, en personasque padecen trastornos del desarrollo neurológico como el autismo o la esquizofrenia.
Denis Jabaudon concluye: 'Nuestros resultados nos permiten comprender mejor cómo se ensamblan los circuitos cerebrales que construyen nuestra representación del mundo durante el desarrollo. Ahora podemos examinar cómo se pueden utilizar estos hallazgos para repararlos cuando fallan.'
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Materiales proporcionado por Universidad de Ginebra . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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