Los investigadores han desarrollado un compuesto que puede transformar la luz del infrarrojo cercano en luz blanca de banda ancha, ofreciendo un medio económico y eficiente para producir luz visible.
La luz emitida también es extremadamente direccional, una calidad deseable para dispositivos como microscopios que requieren alta resolución espacial, o para aplicaciones con alto rendimiento, como sistemas de proyección.
Nils Wilhelm Rosemann y sus colegas diseñaron su compuesto de estaño y azufre, y con una estructura similar a un diamondoide, luego cubrieron este andamio con ligandos orgánicos.
Cuando un láser dirige luz infrarroja cercana al compuesto, la estructura del compuesto altera la longitud de onda de la luz a través de un proceso de interacción no lineal, produciendo luz en longitudes de onda que son visibles para el ojo humano.
Los autores señalan que la luz cálida de color blanco que se emite es muy similar a una fuente de luz halógena de tungsteno estándar 2856 Kelvin y se puede ajustar en función de los niveles de excitación a través del láser.
Este desarrollo podría abrir nuevas rutas para tecnologías avanzadas de iluminación dirigida, especialmente porque los materiales utilizados en este sistema son baratos, fácilmente disponibles y fácilmente escalables.
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Materiales proporcionados por Asociación Americana para el Avance de la Ciencia . Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
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