Las plantas carnívoras como el atrapamoscas Venus dependen de las comidas de los insectos para sobrevivir en un suelo pobre en nutrientes. Sienten la llegada de insectos jugosos, atraídos por el aroma afrutado de las plantas, con la ayuda de pelos sensibles en las superficies internas desus trampas. Ahora, los investigadores informan en la revista Cell Press Biología actual el 21 de enero han examinado más de cerca exactamente cómo las plantas deciden cuándo mantener sus trampas cerradas y comienzan a producir su cóctel ácido de enzimas que descomponen presas. La respuesta corta es: cuentan.
"La planta carnívora Dionaea muscipula, también conocida como Venus atrapamoscas, puede contar con qué frecuencia ha sido tocada por un insecto que visita su órgano de captura para atrapar y consumir a la presa animal", dice Rainer Hedrich de la Universität Würzburg en Alemania.
Para averiguar si Venus atrapamoscas registran toques, en el nuevo estudio Hedrich y sus colegas engañaron a las plantas para que pensaran que habían atrapado un insecto aplicando un número creciente de estímulos mecanoeléctricos a su trampa y monitoreando sus respuestas. Los estudios muestranque un solo toque en el pelo del gatillo es suficiente para generar una respuesta, estableciendo la trampa en un modo "listo para usar". En otras palabras, las plantas toman nota pero aún no se rompen. Puede ser falsoalarma, después de todo.
Con el segundo golpe, la trampa se cierra alrededor de la presa para formar lo que Hedrich y sus colegas comparan con un estómago verde. A medida que la presa intenta escapar, terminan tocando los pelos gatillo mecano-sensibles una y otra vez, que solo sirvepara excitar aún más la planta.
En esta etapa, la planta comienza a producir una hormona táctil especial. Después de cinco desencadenantes, las glándulas en la superficie interna de la trampa también producen enzimas digestivas y transportadores para absorber nutrientes. Hedrich lo llama una "espiral mortal de captura y desintegración. "Este aporte también permite a la planta escalar su producción de ingredientes costosos al tamaño de la comida.
"El número de potenciales de acción informa [a la planta] sobre el tamaño y el contenido de nutrientes de la presa que lucha", dijo Hedrich. "Esto permite que la atrapamoscas Venus equilibre el costo y el beneficio de la caza".
Curiosamente, las plantas muestran un aumento particularmente marcado en la producción de un transportador que les permite tomar sodio. No está claro exactamente qué hace la sal para la planta, pero los investigadores sugieren que puede tener algo que ver con cómo Venuslas trampas de mosca mantienen el equilibrio adecuado de agua dentro de sus paredes celulares.
Hedrich y sus colegas ahora están secuenciando el genoma del atrapamoscas Venus. En esas secuencias, esperan encontrar pistas adicionales sobre los sistemas sensoriales y la química de las plantas necesarias para apoyar un estilo de vida carnívoro y cómo esos rasgos han evolucionado con el tiempo.
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