Un estudio realizado por investigadores del Instituto Karolinska de Suecia es el primero en sugerir que las células en los vasos sanguíneos tumorales contribuyen a un entorno local que protege a las células cancerosas de las células inmunes que matan los tumores. Los resultados, que se publican en el Revista del Instituto Nacional del Cáncer , puede contribuir al desarrollo de mejores terapias contra el cáncer basadas en el sistema inmune.
Las terapias antitumorales basadas en el sistema inmunitario, que fortalecen la capacidad del cuerpo para combatir el cáncer, han atraído gran atención en los últimos años y han logrado tasas de éxito interesantes, especialmente en el melanoma maligno. Sin embargo, muchos pacientes aún no responden a las terapias basadas en el sistema inmunitario.
Los resultados del estudio actual implican que los pericitos tumorales, una célula que forma parte de los vasos sanguíneos del tumor, manipulan críticamente el ambiente del tumor, ayudando a las células cancerosas a escapar de la vigilancia inmunológica.
"Comprender la interacción entre los pericitos tumorales, las células malignas y el sistema inmunitario podría ayudar a diseñar enfoques terapéuticos más personalizados y efectivos", dice el investigador principal Guillem Genové del Departamento de Bioquímica y Biofísica Médica del Instituto Karolinska.
Los tumores evaden el sistema inmune mediante una variedad de mecanismos, uno de ellos es el reclutamiento de las llamadas "células supresoras derivadas de mieloides" MDSC. Las MDSC suprimen la capacidad de las células T asesinas para destruir las células cancerosas. Se sabeque cuantos más MDSC estén presentes, peor será el pronóstico o la respuesta terapéutica del paciente. Los tumores secretan moléculas de señal como la interleucina-6 IL-6 que ayudan a reclutar MDSC, pero los mecanismos detrás de la secreción tumoral de IL-6 son bastante desconocidos.
Los investigadores encontraron que cuanto mayor era el número de pericitos, más "normal" era el ambiente del tumor. Por el contrario, la disminución del número de pericitos alteró el microambiente y se correlacionó con una mayor expresión de IL-6 de las células malignas y más MDSC.También identificaron un subconjunto de pacientes con cáncer de mama que tenían menos pericitos y un aumento de MDSC, lo que se correlaciona con un peor pronóstico y características más agresivas del tumor.
"Nuestro trabajo sugiere que las formas de aumentar el número de pericitos podrían disminuir la expresión de IL-6. Esto podría mejorar la actividad de las células T citotóxicas y producir un mejor efecto antitumoral", dice el Dr. Genové.
La investigación fue apoyada por subvenciones de, entre otros, la Fundación Sueca contra el Cáncer, el Programa Estratégico de Investigación sobre el Cáncer StratCan y el Centro temático de cáncer de mama BRECT en el Instituto Karolinska, y el Centro de excelencia STARGET Linneus respaldado por el Consejo de investigación sueco.
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Materiales proporcionado por Instituto Karolinska . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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