El descubrimiento de un nuevo mecanismo involucrado en la depresión, y una forma de atacarlo con un medicamento tan efectivo como los antidepresivos clásicos, proporciona una nueva comprensión de esta enfermedad y podría allanar el camino para tratamientos con menos efectos secundarios.
En un estudio publicado en medicina natural , un equipo de científicos de la Universidad McGill y del Institut national de la santé et de la recherche médicale INSERM de Francia examinó los mecanismos biológicos y moleculares en juego en las neuronas durante el tratamiento con un antidepresivo clásico.
Realizado simultáneamente en humanos y ratones, la investigación realizada por Bruno Giros, profesor del Departamento de Psiquiatría de McGill, y Eléni Tzavara, Directora de Investigación en INSERM, fue diseñada para mostrar cómo actúan los antidepresivos en dos neurotransmisores conocidos por influir en el estado de ánimo: la serotonina y la noradrenalina.
Cuando estos neurotransmisores entran en contacto con receptores ubicados en la superficie de las neuronas, desencadenan una serie de cascadas de señalización dentro de la célula. Por lo tanto, al igual que en una carrera de relevos, varias moléculas transmiten instrucciones para ser entregadas al núcleo,diciéndole que active o inactive la expresión de genes involucrados en diversas funciones biológicas. Debido a que los antidepresivos actúan directamente sobre dos neurotransmisores multifuncionales, van acompañados de una serie de efectos adversos.
En su estudio, los investigadores muestran que en ratones, uno puede apuntar a un solo corredor en esta carrera de relevos, Elk-1, una molécula que interviene en la última vuelta de la carrera y que parece estar directamente involucrada en trastornos depresivos.
"Lo que es interesante y bastante nuevo es que hemos demostrado la ventaja de apuntar a los módulos de señalización un corredor en lugar de la ruta completa", explica Giros, quien también es investigador en el Instituto Universitario Douglas Mental Health CIUSSS de l 'Ouest-de-l'Île-de-Montréal. "Este enfoque quirúrgico debería permitirnos evitar los efectos adversos de los antidepresivos clásicos".
¿Hacia un tratamiento mejor y más rápido?
Para aproximadamente un tercio de los pacientes que sufren de trastorno depresivo mayor, el camino hacia la curación puede ser largo porque los médicos tienen que encontrar, por ensayo y error, el medicamento y la dosis adecuados para tratarlos. Peor aún, en aproximadamente el 33% de los pacientes, ninguno de los medicamentos existentes tiene ningún efecto.
"El medicamento que hemos probado también podría constituir un tratamiento con menos fracasos", dice Giros. "Los antidepresivos clásicos tardan hasta tres semanas en tener efecto y este nuevo enfoque podría dar tiempos de respuesta más rápidos".
Este nuevo medicamento potencial, que está protegido por una patente, fue desarrollado por Melkin Pharmaceuticals, una biotecnología cofundada por Giros.
La investigación de Giros ha indicado además que Elk-1 es prometedor como un biomarcador terapéutico para determinar qué pacientes tienen más probabilidades de responder a los tratamientos.
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Materiales proporcionado por Universidad McGill . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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