Los cánceres malignos golpean ciertos órganos, como el colon o el seno, con más frecuencia que otros. En un dictamen publicado el 9 de agosto en Tendencias en el cáncer , los investigadores proponen que esta vulnerabilidad en algunos órganos puede deberse a la selección natural. Los humanos pueden tolerar tumores en órganos grandes o pares más fácilmente que en órganos críticos pequeños, como el corazón, por lo que los órganos más grandes pueden haber evolucionado menosmecanismos para defenderse contra las células cancerosas.
"Los órganos que son los más importantes para mantenerlo vivo y capaz de reproducirse, como el corazón, el cerebro o el útero, pueden disfrutar de una mejor protección contra el cáncer, si todo lo demás es igual", dice Frédéric Thomas, un experto en evoluciónbiólogo del Centro de Investigación Ecológica y Evolutiva del Cáncer en Francia. "No estamos diciendo que este sea el factor principal para explicar la diferente susceptibilidad de los órganos al cáncer, pero es un factor que contribuye con otros".
Muchos oncólogos han explicado la diferencia en las tasas de cáncer de órganos al observar factores de riesgo externos, como fumar o la exposición a la luz ultravioleta, o factores internos, como la frecuencia con que las células deben dividirse en un órgano. Thomas y sus coautores, incluidosLa autora principal, Beata Ujvari, ecóloga evolucionista de la Universidad de Deakin en Australia, ahora propone esta teoría evolutiva para complementar la comprensión actual.
El equipo sugiere que la selección natural ha favorecido una protección anticancerígena fuerte para los órganos pequeños que son críticos para la supervivencia y reproducción humana.órganos importantes como el páncreas podrían verse fácilmente comprometidos con solo unos pocos tumores adentro ", dice Thomas. Por lo tanto, según la teoría, el páncreas debería ser mejor para defenderse contra el cáncer en comparación con un órgano como el riñón, si todos los demás factores son igualesLos mecanismos de protección contra el cáncer varían de un órgano a otro, pero en general, hacen que un órgano sea resistente a la formación de tumores.
Los investigadores también recomiendan que los biólogos del cáncer piensen en los órganos individuales como islas especializadas con sus propias condiciones ambientales como el nivel de oxígeno, acidez o agua, donde la supervivencia de las células cancerosas depende de la hospitalidad del entorno local."Las células malignas son entidades vivientes, es simplemente imposible que no estén influenciadas por las condiciones ecológicas", dice Thomas, "claramente significa que ciertos órganos son más favorables que otros a la perturbación maligna".
Thomas, Ujvari y sus colegas ahora están trabajando para probar su hipótesis. "Un análisis completo requiere que tengamos en cuenta todos los posibles factores de confusión", enfatiza Thomas. "No podemos simplemente mirar las estadísticas existentes sobre el cáncer y el tamañode los órganos y hacer una correlación para ver si funciona o no ". Actualmente, el equipo está realizando un experimento a largo plazo con ratones para medir la acumulación de mutaciones cancerosas y precancerosas dentro de diferentes órganos. La investigación es parte de un nuevo proyecto internacionalcolaboración entre la Universidad de Deakin y el Centro Nacional Francés de Investigación Científica CNRS.
"Es una hipótesis novedosa que merece ser explorada", dice Thomas. "Esperamos que este documento estimule la investigación en esa dirección".
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