El conocimiento de nuestra lengua materna actúa como una especie de "plantilla" auditiva que influye en la forma en que percibimos los sonidos de otros idiomas los científicos llaman a esto "escucha nativa". Varias pistas, como el hecho de que muchas de las regiones auditivas corticalesLos responsables del procesamiento lingüístico y musical son los mismos y la existencia de ilusiones auditivas dependientes de la lengua materna o el dialecto han llevado a los investigadores a plantear la hipótesis de que la escucha nativa se transfiere también a estímulos de sonido no lingüísticos como la música. Para investigar esta hipótesis, Alan Langus, investigadora en la Escuela Internacional de Estudios Avanzados SISSA de Trieste, Marina Nespor, profesora de SISSA y otros colegas utilizaron la "ley yámbica-trocaica", lo que demuestra que no hay transferencia al dominio no lingüístico y que la distorsiónlos efectos se limitan a los sonidos lingüísticos.
La forma en que agrupamos las notas dentro de secuencias de sonido continuas está determinada por la ley yámbica-trocaica ITL, por la cual tendemos a emparejar sonidos de intensidad variable o tono en troches y los de diferente duración en iambs. Un iamb está formado por doselementos en los que el elemento más fuerte sigue al más débil y un troqueo es exactamente lo contrario. En otras palabras, cuando escuchamos, por ejemplo, un flujo de tonos que se alternan continuamente: uno fuerte S y otro débil W, si segmentamos el flujo en troches, escuchamos las secuencias como SW-SW-SW-SW ..., pero si lo dividimos en iambs, escuchamos que la secuencia será WS-WS-WS-WS ...
De acuerdo con la ITL, cuando los sonidos varían en volumen o tono, tendemos a preferir el patrón trocaico, pero cuando varían en duración preferimos iambs. Incluso el ritmo de la frase de un idioma sigue las preferencias yámbicas o trocaicas, y cada idiomatiene su ritmo característico: algunos prefieren un patrón yámbico p. ej., italiano, otros uno trocaico p. ej., turco o persa.
En una serie de experimentos, Langus, Nespor y sus colegas probaron si el ritmo preferido de las lenguas maternas de los sujetos también se transfería a sonidos no lingüísticos tonos musicales o incluso a estímulos visuales ". En experimentos anteriores, descubrimos queTambién existen ritmos yámbicos-trocaicos en el dominio visual, y con suerte encontraríamos una analogía entre el dominio auditivo y el visual dada la existencia de lenguajes visuales, como los lenguajes de signos para sordos ", explica Nespor.
Sin embargo, los experimentos, realizados en hablantes nativos de italiano, persa o turco, arrojaron resultados negativos. Es cierto "tal como lo repetimos en nuestro estudio" explica Langus que el ritmo del lenguaje hablado influyó en la percepción de los sonidos deotros idiomas. "Sin embargo, no encontramos transferencia del efecto a los otros dominios de estímulos auditivos y visuales no lingüísticos", concluye el científico investigador.
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