En los lechos de pastos marinos del Océano Pacífico oriental, se desarrolla un extraño juego de gato y ratón. La babosa marina encapuchada, como la medusa, de otro mundo, Melibe leonina, se sienta en una brizna de hierba de anguila y despliega su capucha oral con tentáculos.un pequeño camarón planctónico, que cierra su capucha oral como una atrapamoscas de Venus y lo impulsa por su tracto digestivo.
Desconocido para la babosa de mar, un cangrejo se acerca y extiende una garra malvada para agarrar uno de los muchos apéndices en forma de placa que corren a lo largo de la espalda de la babosa. Un chasquido de una garra y la placa se libera, no arrancada por elcangrejo, pero más bien liberado por la babosa del mar, ya que nada completamente ileso.
Este es un escenario estudiado por la bióloga de desarrollo de la Universidad de Victoria, Louise Page, a quien le fascina este proceso de autocorte o autotomía en la babosa marina encapuchada desde que era estudiante de maestría. Un colega estaba cultivando estas extrañascriaturas en el Laboratorio Marino Friday Harbor de la Universidad de Washington, y Page estaba tan cautivado por su anatomía y sus comportamientos únicos, que estudiarlos se convirtió en el centro de su carrera.
"Es un animal extraordinario, estoy feliz de montarlo en sus faldas", dice entusiasmada.
Melibe leonina es una especie de nudibranquio, un caracol marino que no tiene concha. Los nudibranquios vienen en muchas formas, tamaños y colores, pero Melibe pronunciado "mel-uh-bee" se destaca por su gran capucha oral, quese asemeja a una anémona de mar translúcida, y los grandes apéndices en forma de paleta en su parte posterior. Muchos nudibranquios tienen estos apéndices posteriores, conocidos como 'cerata' singular = 'ceras'. Para la mayoría de los nudibranquios, los cerata son largos y delgados, pero esosde Melibe son diferentes, se asemejan a las amplias placas traseras de un estegosaurio.
Pero quizás lo más singular es lo que Melibe hace con estos apéndices. "Cuando se manejan de manera brusca o pellizcada, el tejido en la base de las cerata parece derretirse y simplemente se desprenden", dice Page.
Ella piensa que este comportamiento autocortante es un mecanismo defensivo para escapar de los depredadores, similar a cómo algunos lagartos y anfibios arrojan sus colas cuando son atrapados.
"Muchas veces me he preguntado si la cerata puede estar actuando como señuelo, para atraer el primer ataque de un pez o un cangrejo, para desviarla de la capucha, porque la capucha oral es muy vulnerable", dice ella.
"La autotomía es una pérdida voluntaria de un apéndice, y los animales también deben tener una forma de sellar la herida para que no se desangren", explica. Page ha dedicado una gran cantidad de investigación a resolver este rompecabezas fisiológico.
Comenzó observando en profundidad el área en la base de las ceras, conocida como plano de autotomía. Descubrió varias estructuras especiales allí, incluidos dos esfínteres musculares, un conjunto de músculos longitudinales y un relleno especial de gránuloscélulas que están conectadas directamente a los nervios. Estas células no se encuentran en ningún otro lugar del animal.
"Parece sospechosamente que estas células pueden estar involucradas en la liberación de algo que está rompiendo el tejido conectivo", reflexiona Page. Esto haría que el tejido en la base de las ceras sea mucho más fácil de separar.
Estudió las señales nerviosas involucradas en el inicio de la autotomía, y se le ocurrió un modelo de la secuencia de eventos involucrados en el proceso. Su hipótesis: durante la autotomía, los músculos longitudinales se contraen fuertemente y ponen tensión en el plano de la autotomía. El material granuladose libera, rompiendo los tejidos conectivos, y los esfínteres se contraen para cortar las ceras y cerrar la herida.
Recientemente, Page y un equipo de investigadores universitarios han estado buscando nuevas ideas para comprender mejor la autotomía en Melibe. El comportamiento se exhibió por primera vez en menores en una etapa de desarrollo particular, por lo que planteó la hipótesis de que las estructuras más críticas para este comportamiento también deben primerodesarrollar en ese momento.
Recogieron huevos de Melibe de su hábitat natural y larvas incubadas y cultivadas en el laboratorio. Una vez que alcanzaron las etapas correctas de desarrollo, el equipo de Page usó manchas especiales para identificar los nervios y el tejido muscular en el plano de la autotomía. Descubrieron que mientras el gránulo-las células llenas ya abundan antes de la etapa en que se exhibe el autocorte, los músculos del esfínter se diferencian primero en esta etapa. Esto sugiere a Page que los esfínteres son críticos para el proceso de autotomía.
Page tiene la intención de continuar explorando el mecanismo de autotomía en Melibe, y sugiere que puede tener implicaciones más amplias que solo una mejor comprensión de este animal carismático.
"Lo que Melibe tiene aquí es algún mecanismo para reducir drásticamente la resistencia a la tracción de los tejidos conectivos", dice, y señala que los tejidos conectivos densos en las cicatrices pueden ser un problema en la curación de heridas.
"Tal vez esto podría ser una plataforma para la investigación de cosas que tienen aplicaciones médicas", reflexiona.
Page y sus alumnos presentaron su investigación en la reunión anual de 2016 de la Society for Comparative and Integrative Biology en Portland, Oregon.
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por Sociedad de Biología Integrativa y Comparativa SICB . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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