La mayoría de nosotros hemos tenido la experiencia de retroceder cuando alguien ha entrado dentro de los límites de nuestro espacio personal. Pero, hasta ahora, poco se ha entendido acerca de los mecanismos que nos permiten determinar cuándo alguien está "demasiado cerca" o "Muy lejos."
Utilizando moscas de la fruta, los investigadores dirigidos por Anne F. Simon, del Departamento de Biología de la Universidad de Western, están obteniendo nuevos conocimientos sobre la necesidad de espacio social y cómo puede ser interrumpido. Por primera vez, han descubierto que un neurotransmisor llamado dopamina esun componente clave en la regulación del espacio social.
Ese descubrimiento a su vez puede tener implicaciones para comprender mejor a las personas dentro del espectro del autismo o con esquizofrenia, por ejemplo.
El equipo descubrió que los niveles de dopamina, un químico que, en parte, gobierna las vías de "recompensa" en nuestros cerebros, pueden cambiar la cantidad de espacio que las moscas de la fruta necesitan unas de otras. Muy poca dopamina liberada por las neuronas, ylas moscas de la fruta macho deben alejarse unas de otras. Se libera demasiada dopamina y cierran la brecha. Para las moscas de la fruta hembra, su distancia social aumentó tanto con una liberación de dopamina demasiado baja o excesiva.
"Cada animal tiene una burbuja social preferida, un espacio personal preferido", dijo Anne Simon. "Si podemos conectar los puntos con otros animales, incluidos los humanos, porque todos tenemos neurotransmisores similares, podemos obtener nuevas formas de entenderqué sucede en algunos trastornos en los que el espacio personal a veces puede ser un problema "
Una pregunta apremiante para la próxima ronda de investigación es explorar cómo la liberación de dopamina se ve afectada por las señales sociales y qué sucede aguas abajo de las neuronas dopaminérgicas, para identificar los circuitos que conducen al proceso de toma de decisiones.
"En última instancia, esta investigación podría llevarnos a comprender un poco mejor por qué algunas personas son reacias al contacto social. También podría ayudarnos a entender por qué algunas personas que claramente quieren interactuar no interpretan algunas señales sociales de la misma manera que otras podrían", dijo Simon.
La investigación sobre moscas de la fruta Drosophila melanogaster ha demostrado ser valiosa para comprender el comportamiento humano, la neurobiología y las enfermedades porque las moscas de la fruta comparten mucha de la misma información genética.
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Materiales proporcionado por Universidad de Western Ontario . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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