La filariasis linfática es una enfermedad tropical desatendida causada por tres especies diferentes de gusanos parásitos, que se propagan entre los huéspedes humanos por los mosquitos. Las interacciones moleculares entre el gusano, el mosquito y el ser humano son dinámicas y delicadamente equilibradas, lo que significa que la interrupción de estas interacciones podría serUna vía para el desarrollo de nuevos tratamientos terapéuticos.
El gusano Brugia malayi , uno de los parásitos que causa la elefantiasis, se desarrolla como larvas dentro del vector mosquito hasta que alcanza la etapa L3 infecciosa donde se transmite de regreso al huésped humano cuando el mosquito bebe sangre. Los adultos viven y se aparean dentro del sistema linfático humanomientras que las crías se arrojan al torrente sanguíneo para que los mosquitos las recojan nuevamente. Si bien el ciclo de vida está bien documentado, ha sido más difícil definir las moléculas exactas que utiliza el parásito para controlar a sus huéspedes. La investigación ha buscado tradicionalmente proteínas secretadas y mientrasHay varios candidatos, junto con las proteínas expresadas en la superficie del parásito que pueden desempeñar un papel, la investigación reciente ha revelado que los pequeños ARN no codificantes también pueden estar involucrados en el control de la respuesta del huésped al parásito.
Los investigadores examinaron tanto las larvas infecciosas de la etapa L3 como los gusanos adultos para ver si producían vesículas extracelulares similares a exosomas; vesículas bioactivas pequeñas con un tamaño y forma homólogos. Descubrieron que las larvas infecciosas liberaban microvesículas pequeñas abundantes en microARN - pequeños node codificación de ARN utilizados para controlar la expresión génica. Algunos de estos miroARN son idénticos a los utilizados por el huésped humano, lo que sugiere que las larvas en etapa L3 pueden producir estas vesículas específicamente para ayudar con la infección del huésped.
El análisis de los contenidos de las vesículas larvales también reveló proteínas característicamente encontradas en exosomas, así como proteínas capaces de unirse a moléculas bioactivas como las proteínas del huésped y el ADN. Se descubrió que varios microARN compartían la conservación de la secuencia con microARN humanos, incluidos sitios de semillas perfectamente conservadosel área que reconoce y se une al objetivo regulador. Utilizando tintes fluorescentes, los investigadores también mostraron que las vesículas fueron internalizadas por macrófagos humanos donde activaron una vía de respuesta proinflamatoria.
Esta investigación apunta a un nuevo y emocionante mecanismo para la interacción huésped-patógeno en los parásitos que causan la filariasis linfática. El estudio adicional de estas vesículas y la forma en que interactúan con los tejidos del huésped puede revelar nuevas oportunidades para objetivos terapéuticos o estrategias de tratamiento para prevenir la infección.
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Materiales proporcionados por PLOS . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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