Un análisis de las ranas polizonas que ingresan a Australia ha demostrado que las estrictas medidas de bioseguridad en las fronteras y dentro del país están reduciendo el riesgo de introducción de nuevas enfermedades hasta en un 50%.
Las ranas alienígenas podrían traer enfermedades que podrían devastar la vida silvestre local.
Los investigadores de la Universidad de Adelaida, con el apoyo del Centro de Investigación Cooperativa de Animales Invasores, desarrollaron un modelo para describir las rutas de transporte hacia Australia y las actividades de bioseguridad que manejan estas rutas.
Evaluaron la capacidad de las actividades de bioseguridad fronterizas y post-fronterizas australianas para evitar la introducción en Australia de ranavirus extranjeros, enfermedades emergentes que se han relacionado con disminuciones graves en las poblaciones de ranas nativas de todo el mundo.
"Hemos visto los efectos devastadores de la introducción de estas enfermedades en los anfibios y es desagradable ser testigo", dice el autor principal Pablo García-Díaz, candidato a doctorado en el Grupo de Ecología de Invasión, Universidad de Adelaida.
"Ya hemos visto el ejemplo de la introducción de hongos a Australia Batrachochytrium dentrobatidis que ha estado implicado en la extinción de seis especies de ranas nativas y la disminución de la población de varias otras.
"Nos preocupaba que el creciente volumen de bienes que se trasladaban a todo el mundo daría como resultado la introducción de nuevas enfermedades emergentes de la vida silvestre"
Los investigadores encontraron que la llegada de ranas alienígenas y otros anfibios como polizones aumentó con mayores volúmenes de tráfico internacional por aire y mar, con más polizones en barcos en lugar de aviones.
Pero las actividades de bioseguridad redujeron el riesgo de introducción de nuevos ranavirus hasta en un 50%.
"La creciente globalización está moviendo especies exóticas en todo el mundo a un ritmo cada vez más rápido, y se espera que el riesgo de que se introduzcan enfermedades de vida silvestre emergentes involuntariamente en estas especies aumente de manera similar", dice el profesor asociado Phill Cassey, líder del grupo y del proyecto.
"Nuestros hallazgos indican que las actividades de bioseguridad fronterizas y post-frontera juegan un papel fundamental en la reducción del riesgo de introducción de enfermedades emergentes a niveles casi insignificantes".
"Abogamos por la adopción generalizada de actividades de bioseguridad en tantos países como sea posible para reducir el daño potencial a la vida silvestre nativa por enfermedades introducidas"
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Materiales proporcionados por Universidad de Adelaida . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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