Una investigación realizada por los astrofísicos del Instituto de Astrofísica de Canarias IAC Zofia Chrobáková, estudiante de doctorado en el IAC y la Universidad de La Laguna ULL, y Martín López Corredoira, cuestiona uno de los hallazgos más interesantessobre la dinámica de la Vía Láctea en los últimos años: que la precesión, o el bamboleo en el eje de rotación de la deformación del disco es incorrecta. Los resultados acaban de publicarse en El diario astrofísico .
La Vía Láctea es una galaxia espiral, lo que significa que está compuesta, entre otros componentes, por un disco de estrellas, gas y polvo, en el que están contenidos los brazos espirales. Al principio, se pensó que el disco estaba completamenteplana, pero desde hace algunas décadas se sabe que la parte más externa del disco está distorsionada en lo que se llama una "deformación": en una dirección se retuerce hacia arriba y en la dirección opuesta hacia abajo. Las estrellas, el gas yel polvo está todo deformado, por lo que no está en el mismo plano que la parte interior extendida del disco, y un eje perpendicular a los planos de la urdimbre define su rotación.
En 2020, una investigación anunció la detección de la precesión de la deformación del disco de la Vía Láctea, lo que significa que la deformación en esta región exterior no es estática, sino que al igual que una peonza, la orientación de su eje es en sí misma girando.Además, estos investigadores encontraron que era más rápido de lo que predijeron las teorías, un ciclo cada 600-700 millones de años, unas tres veces el tiempo que tarda el Sol en viajar una vez alrededor del centro de la Galaxia.
La precesión no es un fenómeno que ocurre solo en las galaxias, también le sucede a nuestro planeta. Además de su revolución anual alrededor del Sol, y su período de rotación de 24 horas, el eje de la Tierra precesa, lo que implica que el celesteEl polo no siempre está cerca de la estrella polar actual, pero como ejemplo hace 14.000 años estaba cerca de la estrella Vega.
Ahora, un nuevo estudio de Zofia Chrobáková y Martín López Corredoira ha tenido en cuenta la variación de la amplitud de la deformación con las edades de las estrellas. El estudio concluye que, utilizando la deformación de las viejas estrellas cuyas velocidades se han medido, es posible que la precesión pueda desaparecer, o al menos volverse más lenta de lo que se cree actualmente. Para llegar a este resultado los investigadores han utilizado datos de la Misión Gaia de la Agencia Espacial Europea ESA, analizando las posiciones y velocidades decientos de millones de estrellas en el disco exterior.
"En estudios anteriores no se había advertido", explica Zofia Chrobáková, investigadora predoctoral del IAC y primera autora del artículo, "que las estrellas que tienen unas pocas decenas de millones de años, como las Cefeidas, tienen una deformación mucho mayor que la de las estrellas visibles con la misión Gaia, que tienen miles de millones de años ".
"Esto no significa necesariamente que la urdimbre no precese en absoluto, podría hacerlo, pero mucho más lento, y probablemente no podamos medir este movimiento hasta que obtengamos mejores datos", concluye Martín López Corredoira, e IACinvestigador y coautor del artículo.
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Materiales proporcionado por Instituto de Astrofísica de Canarias IAC . Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
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