El significado de una palabra es suficiente para provocar una reacción en nuestro alumno: cuando leemos o escuchamos una palabra con un significado asociado con la luminosidad "sol", "brillo", etc., nuestros alumnos se contraen como lo harían si lo hicieranen realidad estaban expuestos a una mayor luminosidad. Y lo contrario ocurre con una palabra asociada con la oscuridad "noche", "oscuridad", etc..
Estos resultados, publicados el 14 de junio de 2017 en Ciencia psicológica por investigadores del Laboratoire de psychologie cognitivo CNRS / AMU, el Laboratoire parole et langage CNRS / AMU y la Universidad de Groningen Países Bajos, abren una nueva vía para comprender mejor cómo nuestro cerebro procesa el lenguaje.
Los investigadores demuestran aquí que el tamaño de las pupilas no depende simplemente de la luminosidad de los objetos observados, sino también de la luminosidad de las palabras evocadas en la escritura o en el habla. Sugieren que nuestro cerebro crea automáticamente imágenes mentales delleer o escuchar palabras, como una bola brillante en el cielo por la palabra "sol", por ejemplo. Se cree que esta imagen mental es la razón por la cual las pupilas se vuelven más pequeñas, como si realmente tuviéramos el sol en nuestros ojos.
Este nuevo estudio plantea preguntas importantes. ¿Son necesarias estas imágenes mentales para comprender el significado de las palabras? O, por el contrario, son meramente una consecuencia indirecta del procesamiento del lenguaje en nuestro cerebro, como si nuestro sistema nervioso se estuviera preparando, como un¿reflejo, para la situación evocada por la palabra escuchada o leída? Para responder a estas preguntas, los investigadores desean continuar su experimento variando los parámetros del idioma, probando su hipótesis en otros idiomas, por ejemplo.
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por CNRS . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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