Investigadores de la Universidad de Bristol han obtenido una nueva visión de cómo el reloj circadiano responde a los cambios de temperatura.
Con colaboradores del University College London, la Universidad de Lausana y la Universidad de Cambridge, los investigadores descubrieron que una proteína llamada Receptor Ionotrópico 25a IR25a, un pariente evolutivo de los Receptores Ionotrópicos de Glutamato tiene un papel clave en el arrastre de los cerebros delas moscas de la fruta reaccionan a pequeños cambios de temperatura.
Sus hallazgos fueron publicados recientemente en la revista Naturaleza .
El Dr. James Hodge, profesor titular de la Facultad de Fisiología y Farmacología, dijo: 'El reloj circadiano es básicamente un temporizador que permite que un organismo, ya sea una mosca de la fruta o un humano, ajuste su comportamiento y fisiología de acuerdo conla hora del día. Los relojes se controlan tanto por los cambios de luz como de temperatura ".
'Sin embargo, la sensibilidad a la temperatura para ajustar el reloj es notable, ya que el ritmo del reloj circadiano es en gran medida independiente de la temperatura ambiente circundante. En nuestros experimentos con moscas de la fruta, descubrimos que IR25a es parte de un camino hacia el circadianoreloj que detecta pequeñas diferencias de temperatura. Esta vía opera en ausencia de sensores conocidos de 'calor' y 'frío' en la antena de la mosca de la fruta, lo que apunta a la existencia de canales de señalización de temperatura de la periferia al cerebro ''.
Los investigadores investigaron si las moscas que carecían de IR25a podían sincronizar sus relojes circadianos con los cambios de temperatura. Los experimentos del equipo mostraron que, cuando las fluctuaciones de temperatura eran grandes, las moscas que carecían de IR25a podían adaptarse. Sin embargo, cuando los cambios en el rango de temperatura eran pequeños, las moscas que carecen de IR25a no pudieron adaptarse.
El Dr. Ralf Stanewsky, líder del equipo de investigación con sede en UCL, dijo: "Nuestros hallazgos revelan una sorprendente complejidad de cómo las señales de temperatura restablecen el reloj cerebral. Similar a lo que se ha descrito para el restablecimiento de la luz del reloj circadiano humano y mosca, parece claro que los organismos no dependen de una sola vía, sino que emplean múltiples rutas de entrada para la temperatura y la luz. Esto sugiere la importancia de una sincronización precisa del reloj circadiano con el medio ambiente, y el trabajo futuro abordará cómo son estas diferentes señales de entradaintegrado en el reloj cerebral. '
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Materiales proporcionado por Universidad de Bristol . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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