Los zorrillos son mamíferos moderadamente pequeños, generalmente con pelaje blanco y negro, pertenecientes a la familia Mephitidae y al orden Carnivora.
Hay 11 especies de zorrillos, que se dividen en cuatro géneros: Mefitis zorrillos encapuchados y rayados, dos especies, Spilogale zorrillos manchados, dos especies, Mydaus tejones apestosos, dos especies y Conepatus cerdozorrillos de nariz, cinco especies.
La característica más conocida, más distintiva y a menudo más notoria de los zorrillos es el gran desarrollo de sus glándulas aromáticas anales, que pueden usar como arma defensiva.
Los zorrillos tienen dos glándulas, a cada lado del ano, que producen una mezcla de productos químicos que contienen azufre metil y butil tioles que tiene un olor muy ofensivo.
El olor del fluido es lo suficientemente fuerte como para alejar a los osos y otros posibles atacantes, y puede ser difícil de quitar de la ropa.
Los músculos ubicados al lado de las glándulas de olor les permiten rociar con alta precisión hasta 2 a 3 metros 7 a 10 pies.
Dejando a un lado el olor, el aerosol puede causar irritación e incluso ceguera temporal, y es lo suficientemente potente como para ser detectado incluso por una nariz humana insensible en cualquier lugar hasta una milla a favor del viento.
Los zorrillos son reacios a usar su arma maloliente, ya que transportan la cantidad suficiente de la sustancia química para cinco a seis usos, aproximadamente 15 cc, y requieren unos diez días para producir otro suministro.