Necrosis es el nombre dado a la muerte no programada de células y tejidos vivos.
Es menos ordenado que la apoptosis, que son parte de la muerte celular programada.
En contraste con la apoptosis, la limpieza de los restos celulares por los fagocitos del sistema inmune es generalmente más difícil, ya que la muerte desordenada generalmente no envía señales celulares que le dicen a los fagocitos cercanos que engullen la célula moribunda.
Esta falta de señalización hace que sea más difícil para el sistema inmune localizar y reciclar las células muertas que han muerto por necrosis que si la célula hubiera sufrido apoptosis.
La liberación de contenido intracelular después del daño de la membrana celular es la causa de la inflamación en la necrosis.
Hay muchas causas de necrosis que incluyen lesiones, infección, cáncer, infarto, toxinas e inflamación.
El daño severo a un sistema esencial en la célula conduce a un daño secundario a otros sistemas, una llamada "cascada de efectos".
La necrosis puede surgir de la falta de atención adecuada al sitio de la herida.
La necrosis se acompaña de la liberación de enzimas especiales, que se almacenan en los lisosomas, que son capaces de digerir los componentes celulares o la célula entera.
Las lesiones recibidas por la célula pueden comprometer la membrana del lisosoma o pueden iniciar una reacción en cadena no organizada que provoca la liberación de enzimas.
A diferencia de la apoptosis, las células que mueren por necrosis pueden liberar productos químicos nocivos que dañan otras células.