El ecoturismo es una forma de turismo que implica visitar áreas naturales frágiles, vírgenes y relativamente tranquilas, pensadas como una alternativa de bajo impacto y a menudo de pequeña escala al turismo comercial de masas estándar.
Su propósito puede ser educar al viajero, proporcionar fondos para la conservación ecológica, beneficiar directamente el desarrollo económico y el empoderamiento político de las comunidades locales, o fomentar el respeto por las diferentes culturas y los derechos humanos.
Desde la década de 1980, el ecoturismo ha sido considerado un esfuerzo crítico por los ecologistas, para que las generaciones futuras puedan experimentar destinos relativamente intactos por la intervención humana. Varios programas universitarios utilizan esta descripción como la definición de trabajo del ecoturismo.
En general, el ecoturismo se ocupa de partes vivas de los entornos naturales.
El ecoturismo se enfoca en viajes socialmente responsables, crecimiento personal y sostenibilidad ambiental.
El ecoturismo generalmente implica viajar a destinos donde la flora, la fauna y el patrimonio cultural son las principales atracciones.
El ecoturismo está destinado a ofrecer a los turistas una visión del impacto de los seres humanos en el medio ambiente y a fomentar una mayor apreciación de nuestros hábitats naturales.
Los programas de ecoturismo responsable incluyen aquellos que minimizan los aspectos negativos del turismo convencional en el medio ambiente y mejoran la integridad cultural de la población local.
Por lo tanto, además de evaluar los factores ambientales y culturales, una parte integral del ecoturismo es la promoción del reciclaje, la eficiencia energética, la conservación del agua y la creación de oportunidades económicas para las comunidades locales.
Por estas razones, el ecoturismo a menudo atrae a los defensores de la responsabilidad ambiental y social.