El diagnóstico psiquiátrico del trastorno por déficit de atención con hiperactividad TDAH ha atraído una variedad de posiciones críticas que desafían individualmente la ontología o preconceptos del diagnóstico tal como se define en el DSM IV-TR.
Entre las críticas se encuentran los desacuerdos sobre la causa del TDAH, las diferencias sobre las metodologías de investigación y el escepticismo hacia su clasificación como trastorno mental.
Los críticos también expresan su preocupación por los efectos del diagnóstico sobre el estado mental de los pacientes y los efectos de la medicación disponible para la afección.
Además, algunos críticos sospechan motivos ocultos de la industria médica, que autoriza las definiciones psiquiátricas de trastornos mentales y promueve el uso de drogas farmacéuticas para su tratamiento.
El diagnóstico de TDAH identifica características como hiperactividad, olvido, cambios de humor, control deficiente de los impulsos y distracción, como síntomas de una patología neurológica.
Pero los críticos señalan que la etiología de este trastorno mental aún no está bien definida por la neurología, la genética o la biología.