La ingeniería climática, una aplicación de geoingeniería, es la intervención deliberada y a gran escala en el sistema climático de la Tierra con el objetivo de reducir el calentamiento global La ingeniería climática tiene dos categorías de tecnologías: eliminación de dióxido de carbono y gestión de la radiación solar.
La eliminación de dióxido de carbono aborda una causa del cambio climático al eliminar uno de los gases de efecto invernadero de la atmósfera.
La gestión de la radiación solar intenta compensar los efectos de los gases de efecto invernadero al hacer que la Tierra absorba menos radiación solar.
La geoingeniería se ha propuesto como una tercera opción potencial para abordar el calentamiento global, junto con la mitigación y la adaptación.
Los científicos no suelen sugerir geoingeniería del clima como una alternativa al control de emisiones, sino más bien como una estrategia de acompañamiento.
Las revisiones de las técnicas de geoingeniería para el control climático han enfatizado que no son sustitutos de los controles de emisiones y han identificado esquemas potencialmente más fuertes y más débiles.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático IPCC concluyó en 2007 que las opciones de geoingeniería para el cambio climático "seguían siendo en gran medida especulativas y no probadas"
Los costos, beneficios y riesgos de muchos enfoques de geoingeniería para el cambio climático no se comprenden bien.
Sin embargo, en el Quinto Informe de Evaluación 2013 AR5, el IPCC concluyó que "el modelado indica que los métodos SRM, si son realizables, tienen el potencial de compensar sustancialmente un aumento de la temperatura global, pero también modificarían el ciclo global del agua, yno reduciría la acidificación del océano "