Todos sabemos que debemos hacer ejercicio y comer sano. Pero hacerlo no solo es bueno para mantener la figura a medida que envejecemos.
Una nueva investigación de la Universidad de Georgia muestra que la actividad física podría ayudar a proteger sus habilidades cognitivas a medida que envejece. Y no tiene que ser un ejercicio intenso para tener un impacto.
"Este hallazgo no dice: 'Si eres mayor, debes salir y comenzar a correr maratones'", dijo Marissa Gogniat, autora principal del estudio y recién graduada de doctorado en psicología del Franklin Collegede Artes y Ciencias. "Esto quiere decir que si da más pasos, si se mueve un poco más en su entorno, eso puede ser útil para la salud de su cerebro y mantenerlo más independiente a medida que envejece".
El ejercicio mejora la función cerebral
Publicado en Ciencias del Deporte para la Salud, el estudio siguió a 51 adultos mayores, haciendo un seguimiento de su actividad física y medidas de estado físico. Los participantes realizaron pruebas diseñadas específicamente para medir el funcionamiento cognitivo y se sometieron a resonancias magnéticas para evaluar el funcionamiento cerebral.
También usaron un dispositivo que medía la intensidad de la actividad física del usuario, la cantidad de pasos dados y la distancia recorrida. Los investigadores evaluaron el estado físico a través de una prueba de caminata de seis minutos, durante la cual los participantes caminaron lo más rápido que pudieron para cubrir la mayor cantidad dedistancia posible dentro del límite de tiempo.
"Siempre nos han dicho que es bueno hacer ejercicio, pero creo que esta es una evidencia de que el ejercicio en realidad puede cambiar tu cerebro", dijo Gogniat. "Y eso afecta la forma en que puedes funcionar en tu vida diaria."
Las redes cerebrales mejoran con la actividad física
El cerebro se compone de un montón de redes distintas. Esas redes están en constante comunicación, enviándose información entre sí.
Pero diferentes partes del cerebro están activas en diferentes momentos. La red que está activa cuando el cuerpo está en reposo, por ejemplo, se apaga cuando una persona comienza a intentar completar una tarea. En ese momento, se activa otra red.
Mientras una de estas redes está activa, la otra debe estar apagada. Si no es así, es una señal de que el cerebro de una persona no está funcionando tan bien como debería.
Estas redes son la clave para poder realizar tareas básicas en la vida diaria, como recordar información importante y exhibir autocontrol. Pero a medida que las personas envejecen, estas tareas a menudo se vuelven más difíciles.
Este estudio fue el primero en examinar cómo estas redes interactúan con la actividad física y el estado físico para afectar el funcionamiento del cerebro.
"Este artículo es emocionante porque nos brinda alguna evidencia de que cuando las personas cuyas redes cerebrales no funcionan de manera óptima realizan actividad física, vemos una mejora en su función ejecutiva y su independencia", dijo Gogniat. "No estamos diciendonecesitas cambiar radicalmente tu vida.
"Tal vez solo suba las escaleras de camino al trabajo. Levántese y camine un poco más. Ahí es donde obtiene el máximo rendimiento de su dinero, no un ejercicio loco de alta intensidad".
El estudio fue coautor de Talia Robinson, Kharine Jean y Stephen Miller, del Departamento de Psicología de la UGA.
Fuente de la historia:
Materiales proporcionado por Universidad de Georgia. Original escrito por Leigh Beeson. Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
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