Un nuevo estudio de la Universidad McGill muestra que los aumentos en las concentraciones de sodio en la sangre pueden influir en el reloj biológico de los ratones, abriendo nuevas vías de investigación para tratar potencialmente los efectos negativos asociados con los viajes de larga distancia o el trabajo por turnos.
Los resultados, publicados en Naturaleza por la ex alumna de doctorado de McGill, Claire Gizowski y Charles Bourque, profesora del Departamento de Neurología y Neurocirugía de McGill, son los primeros en demostrar que la inyección de una solución salina a los ratones conduce a la activación de las neuronas asociadas con el reloj circadiano maestro del cerebroel núcleo supraquiasmático SCN.
Nuestro reloj biológico, o ritmo circadiano, adapta las células y los órganos de nuestro cuerpo a los requisitos cambiantes en diferentes momentos del día. La interrupción prolongada de estos ritmos debido al desfase horario o al trabajo por turnos puede tener efectos adversos para la salud.
Aunque está bien establecido que la luz es el factor principal que regula el reloj biológico de nuestro cuerpo, no se sabía si los factores fisiológicos podrían regular el SCN o cómo podrían hacerlo.
"Nuestro estudio es el primero en mostrar que el SCN está escuchando señales fisiológicas y que tales señales pueden regular la hora del reloj", dice Bourque.
Gizowski y Bourque pudieron demostrar que las neuronas sensibles a la sal que se encuentran en una región específica del cerebro, el órgano vasculoesquelético de la lámina terminal, son capaces de activar el reloj circadiano maestro del cerebro en un momento del día cuandonormalmente silencioso
"Esto sugiere que podría haber formas en que podríamos acelerar el reloj, lo que podría ser útil para adaptarnos más rápidamente al cambio de tiempo asociado con los viajes de larga distancia, o cuando nuestro horario de trabajo cambia varias horas", explicaGizowski.
Los investigadores ahora esperan establecer si los aumentos naturales en los niveles de sodio en la sangre, a través de la alimentación, tienen el mismo efecto y si estos también ocurren o no en humanos.
"Una preocupación es que, aunque la ingestión de pequeñas cantidades de sal es agradable y no peligrosa, puede ser tóxica cuando se consume en grandes cantidades", agrega Bourque. "Se necesita mucho más trabajo para examinar si este hallazgo es aplicable a humanos ende forma segura y práctica "
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por Universidad McGill . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
Referencia del diario :
Cita esta página :