Cuando dos peces betta están luchando por el dominio, no solo sus ataques se reflejan entre sí, sino que la expresión génica en sus células cerebrales también comienza a alinearse. Los nuevos hallazgos, publicados el 17 de junio en PLOS Genética por Norihiro Okada de la Universidad de Kitasato, Japón, puede explicar cómo los peces sincronizan su comportamiento de lucha.
El pez luchador Betta splendens es famoso por su agresión, pero los oponentes generalmente dejan de pelear después de evaluar las habilidades del otro para evitar lesiones graves. El pequeño pez de agua dulce se usa comúnmente para estudiar la agresión en el laboratorio, y emplea un puñado de estándaresEn el nuevo estudio, los investigadores observaron que durante una pelea, dos oponentes masculinos modifican sus acciones para que coincidan con el comportamiento agresivo del otro, lo que lleva a batallas estrechamente sincronizadas.Además, cuando los investigadores analizaron los cerebros de ambos oponentes, observaron que los peces también sincronizaban qué genes se activaban o desactivaban en las células cerebrales. La pareja de lucha tenía cambios similares en la actividad genética relacionada con el aprendizaje, la memoria, la función de sinapsis y los ionestransporte a través de las membranas celulares. La sincronización fue específica para un par de pelea y se hizo más fuerte después de pelear durante una hora en comparación con una pelea de 20 minutos, suindicando que el grado de sincronización fue impulsado por las interacciones de lucha.
El nuevo estudio adopta un enfoque neurogenómico a la vieja pregunta de cómo los animales sincronizan su comportamiento. Comportamientos similares en espejo también ocurren durante el apareamiento, el forrajeo y la caza cooperativa, y estos comportamientos también pueden desencadenar cambios cerebrales sincronizados en las parejas de animales ".Uno de mis planes futuros es dilucidar lo que sucede en la interacción hombre-mujer de los peces a nivel molecular ", dijo el autor Norihiro Okada.
Los hallazgos sugieren que aunque los peces betta están luchando entre sí, a veces hasta la muerte, sus cerebros pueden estar cooperando a nivel molecular.
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Materiales proporcionados por PLOS . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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