Un nuevo estudio de la Universidad de Tampere en Finlandia encontró que el contacto visual durante las videollamadas puede provocar respuestas psicofisiológicas similares a las del contacto visual genuino en persona.
La videoconferencia se ha vuelto más común que nunca. Particularmente ahora que la pandemia de coronavirus limita las interacciones sociales, las personas dependen de las videollamadas para conectarse con amigos y familiares y trabajar desde casa. Aunque una simple videollamada no puede reemplazar completamente a la persona en personacontacto al que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados, un nuevo estudio sugiere que nuestras respuestas afectivas al contacto visual de otra persona pueden ser bastante similares durante el video y la interacción en persona.
El estudio recientemente publicado investigó las reacciones físicas al contacto visual en diversas situaciones. Los investigadores compararon las reacciones causadas al ver la mirada directa y evitada de otra persona en tres situaciones: interacción en persona, una videollamada y solo mirar un video. En estasEn las situaciones, midieron la conductancia de la piel de los participantes y la activación de los músculos faciales. Los cambios en la conductancia de la piel reflejan la activación del sistema nervioso autónomo, que es un indicador de afecto, mientras que la activación de los músculos faciales refleja la positividad o negatividad del afecto.
Corroborando estudios previos, se encontró que el contacto visual en persona provocaba una respuesta de excitación autónoma aumentada. Más importante aún, este efecto de contacto visual también se observó cuando la otra persona fue vista durante una videollamada bidireccional. Cuando la otra persona solo fue vistaen video, la mirada directa, en contraste, no activó de manera similar el sistema nervioso autónomo. Además, se encontró que la mirada directa induce reacciones faciales asociadas con la emoción positiva en las tres situaciones. En otras palabras, la mera percepción de la mirada directa activabamúsculos cigomáticos o "sonrientes" y relajaron los músculos corrugadores o "fruncidos".
"Nuestros resultados implican que la respuesta de excitación autónoma al contacto visual requiere la percepción de ser visto por otra persona. No se requiere la presencia física de otra persona para este efecto", dice Jonne Hietanen, el primer autor del estudio.
"Inesperadamente, también descubrimos que incluso cuando la otra persona se presentaba solo en video, al ver la mirada directa se producían las sutiles reacciones faciales de la sonrisa. Esto sugiere que estas reacciones faciales son respuestas altamente automatizadas al contacto visual", continúa Hietanen.
Los resultados tienen implicaciones para el uso de videollamadas en situaciones cotidianas, a pesar de que los investigadores advierten contra conclusiones demasiado amplias.
"La mayoría de las aplicaciones actuales no permiten el contacto visual directo ya que la otra persona generalmente se ve con una mirada ligeramente desviada. Por lo tanto, no está claro si estas similitudes afectivas entre las interacciones en persona y las videollamadas se extienden al uso deaplicaciones como Skype ", agrega Hietanen.
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Materiales proporcionado por Universidad de Tampere . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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