Los científicos de la Universidad de Flinders, por primera vez, han identificado un tipo específico de nervio sensorial que termina en el intestino y cómo estos pueden 'hablar' a la médula espinal, comunicando dolor o molestias al cerebro.
Este descubrimiento está configurado para informar el desarrollo de nuevos medicamentos para tratar problemas asociados con la comunicación entre el intestino y el cerebro, allanando el camino para tratamientos específicos para mitigar la disfunción relacionada.
Si bien nuestra comprensión de las habilidades neurosensoriales del intestino ha crecido rápidamente en los últimos años, dos de los grandes misterios han sido dónde y cómo se encuentran los diferentes tipos de terminaciones nerviosas sensoriales en el intestino, y cómo se activan.
Un paso importante para responder estas preguntas ha sido posible gracias al desarrollo de nuevas técnicas por el laboratorio de Neurofisiología Visceral del Profesor Nick Spencer en la Universidad de Flinders en Australia del Sur.
"Sabemos que muchos trastornos del cerebro y el intestino están asociados entre sí, por lo que desentrañar su conexión es fundamental para desarrollar tratamientos específicos y eficientes para lo que pueden ser afecciones debilitantes como el síndrome del intestino irritable, el estreñimiento crónico o la colitis ulcerosa", dijo el profesorSpencer dice.
La investigación del profesor Spencer reveló una gama extraordinariamente compleja de terminaciones nerviosas que se encuentran en múltiples capas de tejidos en el colon inferior.
"Nuestro estudio identificó las dos clases de neuronas involucradas y su ubicación en un rango de capas en el colon, incluidas las membranas musculares y mucosas, que son potencialmente capaces de detectar estímulos sensoriales".
Su investigación forma uno de los muchos estudios en curso en los cinco laboratorios de 'Neurogastroenterología' de la Universidad de Flinders, que están contribuyendo al creciente banco de conocimiento global sobre la interacción del intestino con el cerebro, incluido su impacto en una función cognitiva superior.
Esta investigación fue apoyada por subvenciones del Consejo de Investigación de Australia ARC y el Consejo Nacional de Investigación Médica y de Salud NHMRC.
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Materiales proporcionado por Universidad de Flinders . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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