Las bacterias podrían usarse para producir grandes cantidades de medicamentos y combustibles utilizando una nueva técnica de programación genética, sugiere una investigación.
El poderoso método podría permitir que las bacterias se usen como fábricas vivas baratas y ecológicas que hacen una gama de productos útiles.
Permitirá a los investigadores apuntar a genes que normalmente son difíciles de activar, incluidos los involucrados en infecciones o con aplicaciones industriales.
El avance también podría facilitar el estudio de cómo las cepas dañinas de bacterias prosperan y causan infecciones, dicen los investigadores.
Los científicos de la Universidad de Edimburgo inventaron la nueva técnica, conocida como activación de genes programable, que les permite controlar una gama más amplia de genes y aumentar el rendimiento de los productos.
Hasta ahora, la falta de técnicas que funcionan bien en bacterias ha dificultado la investigación y ha limitado su capacidad de ser utilizados para fabricar productos útiles.
Según el equipo, los niveles actuales de activación de genes son aproximadamente 100 veces más altos que las técnicas existentes. Los métodos actuales también se dirigen principalmente a genes básicos involucrados en la supervivencia bacteriana.
La técnica del equipo está adaptada de un enfoque que utiliza moléculas en forma de tijera, llamadas moléculas CRISPR, para realizar cambios precisos en el código genético. Adaptaron la tecnología mediante la unión de pequeñas moléculas guía y proteínas que atacan y activan genes.
Su técnica fue desarrollada para una especie ampliamente estudiada llamada Escherichia coli y una bacteria del suelo con posibles aplicaciones en la industria. El método también es probable que funcione en muchas otras especies de bacterias, dicen los investigadores.
El equipo también desarrolló una plataforma de escaneo reutilizable que hace que sea más rápido y barato encontrar las mejores formas de activar múltiples genes en un patrón que produce altos rendimientos de sustancias útiles.
El estudio, publicado en la revista Comunicaciones de la naturaleza , fue financiado por el Consejo de Investigación de Biotecnología y Ciencias Biológicas, Investigación e Innovación del Reino Unido, Leverhulme Trust y Wellcome.
El Dr. Baojun Wang, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Edimburgo, que dirigió el estudio, dijo: "Este nuevo método tiene el potencial de ser una herramienta poderosa para programar bacterias, con diversas aplicaciones para la investigación y la industria. Podría ayudarahorre mucho tiempo y dinero "
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por Universidad de Edimburgo . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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