A pesar de ser la tecnología cuántica más avanzada, el cifrado seguro de unidades de información basado en un método llamado distribución cuántica de claves QKD está actualmente limitado por la capacidad del canal para enviar o compartir bits secretos. En un estudio reciente publicado en EPJ D Gan Wang, quien está afiliado a la Universidad de Pekín, Bejing, China y la Universidad de York, Reino Unido, y sus colegas muestran cómo abordar mejor la capacidad clave secreta mejorando el límite inferior del canal.
El cifrado seguro de unidades de información basado en un método llamado distribución de clave cuántica QKD implica la distribución de claves secretas entre dos partes, a saber, Alice, el remitente y Bob, el receptor, mediante el uso de sistemas cuánticos como portadores de información.Sin embargo, la tecnología cuántica más avanzada, QKD, está actualmente limitada por la capacidad del canal para enviar o compartir bits secretos.En un estudio reciente publicado en EPJ D, Gan Wang, quien está afiliado a la Universidad de Pekín, Bejing, China, yLa Universidad de York, Reino Unido, y sus colegas muestran cómo abordar mejor la capacidad clave secreta mejorando el límite inferior del canal.
La primera etapa de una transmisión QKD es monitoreada por un espía, llamado Eve, ya que Alice y Bob comparten una clave cruda. Sin embargo, Eve no tiene acceso a una copia perfecta de las señales enviadas por Alice debido a las reglas cuánticas. DuranteEn la segunda etapa, Alice y Bob siguen protocolos clásicos que implican la corrección de errores y la mejora de los niveles de privacidad. Por lo tanto, Alice y Bob comparten una clave secreta completa que luego puede usarse para enviar mensajes confidenciales.
Los autores se centran en un tipo particular de canal, llamado canal amplificador térmico ruidoso, donde las señales de entrada se amplifican junto con el ruido inducido por el entorno térmico. Los autores calculan la cantidad más alta conocida de unidades de información secretas, o bits,que Alice y Bob pueden compartir a través de dicho canal. Esto se hace mediante la inyección de ruido controlado, compuesto por agitación térmica bien definida, en los aparatos de detección. Al optimizar este ruido, mejoran el límite inferior de la capacidad enel canal del amplificador. Los autores también confirman que la distribución de claves secretas sobre este canal puede ocurrir a velocidades más altas que la transmisión de información cuántica en sí.
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Materiales proporcionado por Springer . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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