La nueva investigación de la Universidad de Otago muestra que los bebés que usan medicamentos populares contra el reflujo como el omeprazol no tienen un mayor riesgo de neumonía u otras infecciones del tracto respiratorio inferior, al contrario de los hallazgos de otros estudios internacionales.
El investigador principal, Mei-Ling Blank, del Departamento de Medicina Preventiva y Social, dice que el uso de las drogas - inhibidores de la bomba de protones IBP - por parte de bebés sanos es controvertido ya que los estudios no han demostrado repetidamente que las drogas alivien los síntomasde presunto reflujo ácido en lactantes.
"Varios estudios grandes en el extranjero han observado una asociación entre el uso de IBP y neumonía en adultos, mientras que dos estudios pequeños realizados en el extranjero sugirieron que los bebés que usan IBP también pueden estar en riesgo de infecciones pulmonares", dice la Sra. Blank.
Los IBP se recetan comúnmente a los bebés por síntomas atribuidos al reflujo ácido o acidez estomacal, con un estudio anterior realizado por los investigadores de Otago que encontró que Nueva Zelanda tiene una de las tasas más altas de uso de IBP por parte de los lactantes a nivel internacional.
"Dadas las altas tasas de uso de IBP que encontró uno de nuestros estudios anteriores, era importante investigar si los bebés en Nueva Zelanda que usaban IBP tenían un mayor riesgo de infecciones pulmonares graves", dice Blank.
Coautora del estudio, profesora titular de Epidemiología en el Departamento de Medicina Preventiva y Social, Dra. Lianne Parkin, dice que el estudio Otago fue el más grande de su tipo a nivel internacional y fue capaz de abordar algunas de las limitaciones metodológicas de los estudios anteriores.
"No solo encontramos un número relativamente bajo de infecciones pulmonares graves entre los niños de la cohorte, sino que los bebés sanos que actualmente usaban IBP no tenían mayor riesgo de infección pulmonar que los bebés sanos que habían dejado de tomar IBP".El Dr. Parkin dice.
El estudio examinó los registros de salud de más de 21,000 bebés de Nueva Zelanda nacidos entre enero de 2005 y diciembre de 2012 a los que se les administró omeprazol, lansoprazol o pantoprazol al menos una vez antes de su primer cumpleaños. El estudio fue publicado hoy en la revista internacional Journal of Pediatric Gastroenterologyy nutrición.
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Materiales proporcionado por Universidad de Otago . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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