Una nueva investigación ha identificado la forma en que la edad perjudica la capacidad del reloj circadiano en los mamíferos para restablecerse cuando se expone a la luz, lo que resulta en la interrupción de los patrones de sueño y las consiguientes amenazas para el bienestar.
Investigadores, dirigidos por un neurofisiólogo de la Universidad de Kent, descubrieron que el envejecimiento produce una reducción significativa de la sensibilidad a la luz en la parte del cerebro que controla los ritmos circadianos, conocido como núcleo supraquiasmático SCN.
El avance podría ayudar a los tratamientos dirigidos que apuntan a mejorar el 'restablecimiento' del reloj circadiano fisiológico y conductual en las personas mayores.
El Dr. Gurprit Lall, de la Escuela de Farmacia Medway de la Universidad, y los otros miembros del equipo de investigación exploraron las alteraciones en una de las vías en la parte del cerebro que controla los ritmos circadianos. Descubrieron que un receptor de glutamato NMDA, utilizabapara transmitir información de la luz, se volvió menos eficaz para restablecer el reloj circadiano como parte del proceso de envejecimiento.
Este cambio estructural en el receptor de glutamato fue responsable de la disminución en la respuesta a la luz observada. Una subunidad del receptor NMDA exhibió una marcada disminución en la presencia entre mamíferos mayores, lo que indica un cambio asociado a la edad en la configuración estructural.
El estudio concluyó que el SCN envejecido sufre de una reorganización estructural de sus componentes receptores de luz; lo que en última instancia perjudica su función para establecer y mantener un ritmo circadiano estable.
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Materiales proporcionado por Universidad de Kent . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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