En los anquilostomas que infectan y se alimentan de la sangre de los ratones, los científicos han descubierto un paso clave en la digestión de la sangre que puede tener como objetivo interrumpir el desarrollo y la supervivencia del parásito. Estos hallazgos, publicados en PLOS Patógenos por Tiffany Bouchery, del Instituto Malaghan de Investigación Médica, Nueva Zelanda, y sus colegas podrían ayudar a allanar el camino a nuevos tratamientos contra los anquilostomas en humanos.
Los anquilostomas son gusanos parásitos que infectan a cientos de millones de personas en todo el mundo, principalmente en países en desarrollo. Transmitidos a través de la piel a través de tierra contaminada, se instalan en los intestinos, donde se alimentan de sangre y causan anemia, retraso en el desarrollo infantil ycomplicaciones durante el embarazo.
Se necesitan nuevos tratamientos para combatir los anquilostomas, y una estrategia potencial es apuntar a su actividad de alimentación sanguínea. De la sangre de su huésped, los anquilostomas eliminan una molécula llamada hemo, un componente molecular de la hemoglobina, que transporta oxígeno en la sangre.es tóxico por sí solo, y muchos parásitos que se alimentan de sangre han desarrollado mecanismos de desintoxicación de hem; Bouchery y sus colegas plantearon la hipótesis de que los anquilostomas pueden usar una estrategia similar.
Los investigadores realizaron una serie de experimentos utilizando una especie de anquilostoma que infecta a ratones. Primero, demostraron que se comporta de manera similar a sus contrapartes infectantes de humanos, alimentándose de sangre y causando anemia en ratones. Luego, descubrieron que alimentando glóbulos rojoso la hemoglobina del anquilostoma fomenta su crecimiento y hace que produzca un pigmento marrón oscuro similar a la hemozoína, la forma desintoxicada del hemo producida por muchos otros parásitos que se alimentan de sangre.
Luego, los científicos probaron los efectos de las quinolonas, compuestos químicos que se sabe que interrumpen la formación de hemozoína en los parásitos de la malaria y el esquistosoma. Descubrieron que las quinolonas también interrumpieron la producción del pigmento similar a la hemozoina en anquilostomas infectantes de ratones, interrumpiendo su desarrollo y su desarrollo.capacidad de reproducción: los ratones tratados con quinolonas tenían niveles significativamente más bajos de anquilostomas, huevos de anquilostomas y anemia.
Debido a la resistencia generalizada a los medicamentos, las quinolonas no son un arma realista contra los anquilostomas que infectan a los humanos. Sin embargo, estos nuevos hallazgos sugieren que el desarrollo de otros medicamentos o vacunas dirigidas a las vías de desintoxicación de hem podría ser prometedor contra los anquilostomas que infectan a los humanos. Los autores esperanque "esto conduce a nuevas oportunidades para tratar esta enfermedad tropical más devastadora".
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Materiales proporcionados por PLOS . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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