El metano es un combustible significativo y abundante que es el componente principal del gas natural.
Quemar una molécula de metano en presencia de oxígeno libera una molécula de CO2 dióxido de carbono y dos moléculas de H2O agua.
La relativa abundancia de metano y el proceso de combustión limpia lo convierten en un combustible muy atractivo.
Sin embargo, debido a que es un gas y no un líquido o un sólido, el metano es difícil de transportar desde las áreas que lo producen hasta las áreas que lo consumen.
Convertir metano en formas que se transportan más fácilmente, como GNL gas natural licuado y metanol, es un área activa de investigación.
El metano es un gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento global durante más de 100 años de 23.
Esto significa que cuando se promedia más de 100 años, cada kg de CH4 calienta la Tierra 23 veces más que la misma masa de CO2. La corteza terrestre contiene grandes cantidades de metano.
Se emiten grandes cantidades de metano a la atmósfera a través de volcanes de lodo que están conectados con fallas geológicas profundas o como el componente principal del biogás formado naturalmente por la digestión anaeróbica.