Los investigadores de la Universidad de Queensland han desarrollado un conjunto de recomendaciones para controlar la salud mental de los trabajadores médicos de primera línea durante brotes virales, como COVID-19.
El profesor asociado Dan Siskind dijo que los empleadores pueden usar varios pasos prácticos para minimizar los impactos en la salud mental.
"Esto incluye una comunicación clara, proporcionar capacitación y educación, aplicar procedimientos de control de infecciones, garantizar suministros adecuados de equipo de protección y proporcionar acceso a intervenciones psicológicas", dijo el Dr. Siskind.
"Las recomendaciones deben complementarse con simples cambios en la práctica médica.
"La implementación de estaciones de detección para dirigir a los pacientes a clínicas de tratamiento de infecciones relevantes, el rediseño de procedimientos de alto riesgo y la reducción del número de pacientes en salas de hospital ayudarán a proteger la salud mental de los trabajadores de primera línea"
Los investigadores desarrollaron las recomendaciones después de analizar 59 estudios internacionales sobre los efectos psicológicos del tratamiento de brotes virales.
Descubrieron que los médicos que eran más jóvenes, en un rol menor, padres de hijos dependientes o que tenían un familiar infectado tenían un mayor riesgo de angustia psicológica.
Los períodos más largos de cuarentena, la falta de apoyo práctico y el estigma también contribuyeron negativamente.
"Aunque se espera angustia psicológica cuando el personal está bajo presión para cuidar a un gran número de pacientes potencialmente infecciosos, los empleadores pueden ayudar haciendo estos cambios recomendados", dijo el Dr. Siskind.
El autor principal del estudio, el profesor Steve Kisely, dijo que los supervisores deben considerar las necesidades del personal al asignar tareas, especialmente si el personal ha sido redistribuido para satisfacer las crecientes demandas clínicas, y cuando sea posible, hacer que la redistribución sea voluntaria.
"El personal necesita descansos regulares y listas apropiadas, para que puedan acceder a alimentos y otros suministros de la vida diaria, y hacer contacto por video con sus familias para aliviar las preocupaciones", dijo el profesor Kisely.
"También pueden necesitar adaptaciones alternativas para reducir los riesgos de infectar a sus familias". Los estudios consideraron los impactos del personal durante el SARS, MERS, H1N1, H7N9, Ébola y COVID19 en países que incluyeron; China, Taiwán, Canadá, Hong Kong,Singapur, Corea del Sur, Arabia Saudita, Grecia, México, Japón, Países Bajos, Alemania y Liberia.
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Materiales proporcionado por Universidad de Queensland . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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