El año pasado, se anunció la existencia de un planeta desconocido en nuestro sistema solar. Sin embargo, esta hipótesis fue cuestionada posteriormente debido a que se detectaron sesgos en los datos de observación. Ahora los astrónomos españoles han utilizado una técnica novedosa para analizar las órbitas delos llamados objetos transneptunianos extremos y, una vez más, señalan que hay algo que los perturba: un planeta ubicado a una distancia entre 300 y 400 veces la separación Tierra-Sol.
Los científicos continúan discutiendo sobre la existencia de un noveno planeta dentro de nuestro Sistema Solar. A principios de 2016, investigadores del Instituto de Tecnología de California Caltech, EE. UU. Anunciaron que tenían evidencia de la existencia de este objeto, ubicado enuna distancia promedio de 700 UA o unidades astronómicas 700 veces la separación Tierra-Sol y con una masa diez veces mayor que la de la Tierra.
Sus cálculos fueron motivados por la distribución peculiar de las órbitas encontradas para los objetos transneptunianos TNO del cinturón de Kuiper, que aparentemente revelaron la presencia de un Planeta Nueve o X en los confines del Sistema Solar.
Sin embargo, los científicos del proyecto canadiense-francés-hawaiano OSSOS detectaron sesgos en sus propias observaciones de las órbitas de los TNO, que se habían dirigido sistemáticamente hacia las mismas regiones del cielo, y consideraron que otros grupos, incluido el grupo Caltech, pueden estar experimentando los mismos problemas. Según estos científicos, no es necesario proponer la existencia de un perturbador masivo un Planeta Nueve para explicar estas observaciones, ya que son compatibles con una distribución aleatoria de órbitas.
Ahora, sin embargo, dos astrónomos de la Universidad Complutense de Madrid han aplicado una nueva técnica, menos expuesta al sesgo de observación, para estudiar un tipo especial de objetos transneptunianos: los extremos ETNO, ubicados a distancias promedio mayores de 150AU y eso nunca cruza la órbita de Neptuno. Por primera vez, se han analizado las distancias desde sus nodos hasta el Sol, y los resultados, publicados en la revista 'MNRAS: Letters', indican una vez más que hay un planeta más allá de Plutón.
Los nodos son los dos puntos en los que la órbita de un ETNO, o cualquier otro cuerpo celeste, cruza el plano del Sistema Solar. Estos son los puntos precisos donde la probabilidad de interactuar con otros objetos es mayor, y por lo tanto,en estos puntos, los ETNO pueden experimentar un cambio drástico en sus órbitas o incluso una colisión.
Al igual que los cometas que interactúan con Júpiter
"Si no hay nada que los perturbe, los nodos de estos objetos transneptunianos extremos deben estar distribuidos uniformemente, ya que no hay nada que puedan evitar, pero si hay uno o más perturbadores, pueden surgir dos situaciones", explicaCarlos de la Fuente Marcos, uno de los autores. "Una posibilidad es que los ETNOs sean estables, y en este caso tenderían a tener sus nodos lejos del camino de posibles perturbadores", agrega, pero si son inestables lo harían.comportarse como lo hacen los cometas que interactúan con Júpiter, que tiende a tener uno de los nodos cerca de la órbita del perturbador hipotético ".
Utilizando cálculos y minería de datos, los astrónomos españoles han descubierto que los nodos de los 28 ETNO analizados y los 24 Centauros extremos con distancias promedio del Sol de más de 150 UA están agrupados en ciertos rangos de distancias del Sol;Además, han encontrado una correlación, donde no debería existir, entre las posiciones de los nodos y la inclinación, uno de los parámetros que define la orientación de las órbitas de estos objetos helados en el espacio.
"Suponiendo que los ETNO son dinámicamente similares a los cometas que interactúan con Júpiter, interpretamos estos resultados como signos de la presencia de un planeta que interactúa activamente con ellos en un rango de distancias de 300 a 400 UA", dice Dela Fuente Marcos, quien enfatiza: "Creemos que lo que estamos viendo aquí no puede atribuirse a la presencia de sesgo de observación".
Hasta ahora, los estudios que desafiaron la existencia del Planeta Nueve utilizando los datos disponibles para estos objetos transneptunianos argumentaron que hubo errores sistemáticos vinculados a las orientaciones de las órbitas definidas por tres ángulos, debido a la forma en quese hicieron las observaciones. Sin embargo, las distancias nodales dependen principalmente del tamaño y la forma de la órbita, parámetros que están relativamente libres de sesgos de observación.
"Es la primera vez que los nodos se han utilizado para tratar de comprender la dinámica de los ETNO", señala el coautor, ya que admite que descubrir más ETNO de momento, solo se conocen 28permitir que se confirme el escenario propuesto y posteriormente restringir la órbita del planeta desconocido a través del análisis de la distribución de los nodos.
Los autores señalan que su estudio respalda la existencia de un objeto planetario dentro del rango de parámetros considerados tanto en la hipótesis del Planeta Nueve de Mike Brown y Konstantin Batygin de Caltech, como en el original propuesto en 2014 por Scott Sheppard de CarnegieInstitute y Chadwick Trujillo de la Universidad del Norte de Arizona; además de seguir las líneas de sus propios estudios anteriores el último dirigido por el Instituto de Astrofísica de Canarias, que sugirió que hay más de un planeta desconocido en nuestro Sistema Solar.
¿Existe también un Planeta Diez?
De la Fuente Marcos explica que el hipotético Planeta Nueve sugerido en este estudio no tiene nada que ver con otro posible planeta o planetoide situado mucho más cerca de nosotros, e insinuado por otros hallazgos recientes. También aplica la minería de datos a las órbitas de los TNOdel Cinturón de Kuiper, los astrónomos Kathryn Volk y Renu Malhotra de la Universidad de Arizona EE. UU. han descubierto que el avión en el que estos objetos orbitan alrededor del Sol está ligeramente deformado, un hecho que podría explicarse si hay un perturbado del tamaño deMarte a 60 UA del Sol.
"Dada la definición actual de planeta, este otro objeto misterioso puede no ser un planeta verdadero, incluso si tiene un tamaño similar al de la Tierra, ya que podría estar rodeado de enormes asteroides o planetas enanos", explica el astrónomo español, quien continúa diciendo: "En cualquier caso, estamos convencidos de que el trabajo de Volk y Malhotra ha encontrado evidencia sólida de la presencia de un cuerpo masivo más allá del llamado Acantilado de Kuiper, el punto más alejado del cinturón transneptuniano, enunas 50 UA del Sol, y esperamos poder presentar pronto un nuevo trabajo que también respalde su existencia ".
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por SINC . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
Referencia del diario :
Cite esta página :