El dolor sirve como una valiosa señal de advertencia, pero cuando se vuelve crónico, el dolor debe considerarse como una enfermedad real. Un equipo internacional que incluye científicos investigadores del CNRS e INSERM ha identificado y controlado uno de los centros asociados con el dolor crónico.trabajo, publicado el 20 de diciembre de 2016 en Psiquiatría molecular hizo posible aliviar los síntomas en ratones y demostró la capacidad del cerebro para remediar este problema.
Mientras que alrededor del 20% de la población europea ha experimentado episodios de dolor crónico, los tratamientos solo son efectivos en menos de la mitad de ellos. Sin embargo, esta enfermedad está asociada con modificaciones en el sistema nervioso. Por lo tanto, los científicos querían comprender cómo modula el cerebrodolor físico y los trastornos afectivos y cognitivos que lo acompañan: ansiedad, pérdida de emociones positivas, hipersensibilidad al dolor, etc. Durante este estudio, se centraron en la amígdala, una región del cerebro involucrada en el manejo del dolor y las emociones, y en el tipo-4 receptor de glutamato mGlu4. Este es el principal transmisor de señales de dolor en el sistema nervioso de los mamíferos. Este neurorreceptor detecta la presencia de glutamato y, según la necesidad, modula su liberación a nivel sináptico.
Para estudiar estos receptores, los científicos generalmente usan un ligando que puede activarlos o inhibirlos. El equipo innovó creando un ligando específico, fotocontrolado, optogluram, cuya acción sobre mGlu4 está dirigida por la luz. El uso de fibras ópticas.luego les permitió lograr un control muy preciso de la activación de este neurorreceptor en una región particular del cerebro. Los científicos trabajaron en ratones que eran conscientes y libres de moverse, pero que sufrían de dolor inflamatorio crónico. Al activar el optogluram con luz, ellospudieron inhibir rápida y reversiblemente sus síntomas dolorosos, demostrando así que los cerebros de estos ratones conservaron su capacidad para contrarrestar estos efectos. Al identificar un modulador que puede actuar sobre el dolor crónico, este trabajo aumenta las esperanzas para el desarrollo de nuevas terapias.
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Materiales proporcionado por CNRS Delegación París Michel-Ange . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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